El general Arriola dio más detalles sobre la estrategia del criminal para permanecer en la clandestinidad y hacer creer a sus víctimas que seguía en Perú.
El jefe del Estado Mayor de la Policía Nacional del Perú, general Óscar Arriola, detalló los avances de las investigaciones para dar con el paradero de Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’, líder de ‘Los Injertos del Cono Norte’.
Tras el megaoperativo policial, que resultó con la captura de su madre, Martina Hernández De la Cruz y su pareja Lizeth Ruiz Cruz, el círculo al rededor del delincuente comienza a cerrarse. Arriola indicó que la captura clave y que los investigadores mantuvieron en secreto fue la de Clarén Bado Neyra, la mujer encargada de enviarle dinero.
Ahora, con su brazo operativo y financiero desarticulado, es cuestión de tiempo para que Moreno Hernández sea capturado. Arriola señaló que la PNP tiene un punto a su favor que el delincuente no imagina. Su entorno cercano comenzó a traicionarlo. “Él está cercado. Está siendo delatado por los mismos miembros de su organización criminal”, declaró en entrevista con TV Perú.
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Para Arriola, la razón de la ola de traición es un video difundido por el propio Monstruo, en el que intentó engañar a la Policía Nacional y a sus víctimas, haciendo creer que aún permanesía en territorio peruano. El montaje incluyó elementos cuidadosamente seleccionados para sembrar confusión.
El intento de burla no solo fracasó, sino que generó molestia en su propio entorno delictivo. El golpe al ego de sus colaboradores más cercanos, sumado al temor de ser los siguientes en caer. Habría provocado una cadena de confesiones clave que hoy permiten a la PNP avanzar en la desarticulación total de la organización.
La organización que lidera Erick Moreno ha operado desde 2020 y tenía proyecciones de expansión internacional. Según las investigaciones, ‘El Monstruo’ huyó del país en marzo de 2022 tras el asesinato del suboficial PNP Ramos Cauti durante una operación de rescate. Desde entonces, estableció bases logísticas en Bolivia, Brasil y Paraguay, con la intención de consolidar una red criminal trasnacional.