Mientras el PIB de la construcción acusó una tercera caída consecutiva, la formación bruta de capital fijo, que es una señal del ritmo de la inversión, solo mejoró un 1,4% en el primer trimestre.
Con un saldo a favor, pero aún con algunos temas pendientes, así se interpretaron los análisis de los economistas locales después de que el Banco Central informara que el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 2,3% durante el primer trimestre en comparación con el mismo período de 2024.
Mejor de lo esperado, este resultado se vio impulsado por las mayores exportaciones, así como por las actividades de comercio, industria manufacturera, servicios personales y agropecuario-silvícola.
Este crecimiento se reflejó también en un aumento del 0,7% con ajuste estacional con respecto al trimestre anterior, superando las previsiones.
La demanda interna también aumentó un 1,2%, gracias a un incremento del consumo de los hogares en un 1,8%, destacando el rendimiento de los bienes duraderos y un mayor gasto en productos tecnológicos. Paralelamente, el consumo del gobierno aumentó un 3,1%, liderado por el sector de la salud.
Las exportaciones fueron determinantes en este crecimiento, con un aumento del 10,7% en el primer trimestre, destacando los envíos de frutas, minerales y turismo. Sin embargo, preocupa la debilidad de la inversión, especialmente en el sector de la construcción, y el consumo de los hogares.
A pesar de que la inversión en construcción sigue en declive, la formación bruta de capital fijo mejoró un 1,4% en el primer trimestre, aunque sigue preocupando la falta de inversión en este sector.
En cuanto a las proyecciones futuras, los economistas tienen diversas opiniones, desde mantener el rango actual de crecimiento del PIB hasta recortar las proyecciones y señalar un posible impacto negativo de la guerra comercial en la economía.
En resumen, a pesar de un crecimiento positivo en el primer trimestre, existen preocupaciones sobre la inversión y el consumo en el futuro, especialmente en medio de la incertidumbre global.
La pesca, el comercio y la actividad agropecuaria-silvícola fueron los sectores destacados en el primer trimestre, mientras que la minería y la construcción registraron descensos. La pesca fue el sector más destacado con un aumento del 29%, seguido por el comercio (7,1%) y la actividad agropecuaria-silvícola (5,2%).
Los servicios personales crecieron un 3,6%, destacando la salud, y el transporte mejoró un 3,7% gracias al transporte terrestre y aéreo. Por otro lado, la minería y la construcción registraron descensos, con la construcción acumulando tres trimestres consecutivos de retrocesos.