La firma de origen estadounidense gestiona una de las mayores fortunas del mundo: US$ 11,6 billones (millones de millones). Un monto que equivale al Producto Interno Bruto (PIB) de Chile multiplicado por 30 veces y que la posiciona como lider en su industria.
Lejos de frenar su expasion, en los últimos cinco años BlackRock registra una tasa de crecimiento del 60% en sus activos bajo administración. El 2024 marcó un nuevo récord en captación de fondos netos y, por primera vez, sus ingresos superaron el umbral de US$ 20 mil millones.
Dedicada a gestionar activos y proveer soluciones de inversión y asesoría, su tamaño la ha convertido en una de las instituciones financieras con mayor peso en el mercado. Y Chile no ha quedado al margen.
En el mercado accionario local, la compañía gestiona US$ 2.367 millones, el equivalente al 1,9% del principal índice bursátil local, el S&P IPSA, según los registros de Bloomberg.
Los chilenos también han logrado un espacio en la compañía. Actualmente, Axel Christensen es estratega jefe de inversiones para América Latina y Silvia Fernández es la directora y country manager en territorio nacional.
La presencia de la gestora en el país se remonta a los 2000; sin embargo, fue en 2009 cuando se instaló en oficinas, y hoy opera a un costado del Hotel W, en Isidora 3000, en la comuna de Las Condes.
En medio de un constante crecimiento en los últimos años, los flujos de capital a Chile a través de sus vehículos de inversión también han ido al alza.
Su Fondo Cotizado en Bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) iShares MSCI Chile —que replica el índice que lleva su nombre— administra US$ 641 millones, y este año registra un incremento de flujos netos por US$ 28 millones y de US$ 186 millones en los últimos cinco años.
Junto a él, el ETF iShares Core MSCI Emerging Markets IMI Index —que invierte en 24 mercados emergentes, incluidos Chile— suma nuevos flujos por US$ 2.900 millones en 2025.
El auge coincide con los retornos que están dejando las bolsas emergentes, en medio del intento del Presidente Donald Trump por cambiar las cadenas productivas mundiales, los tratados de comercio internacional, entre otros asuntos. El S&P IPSA registra un alza sobre el 22% durante el año, mientras que el S&P 500 no alcanza el 2%.
“El cuestionamiento al excepcionalismo estadounidense ha generado un giro hacia mercados emergentes y países como Chile”, detalla desde Wall Street una fuente al interior de la compañía.
Liderando la participación
Chile representa menos del 1% del capital administrado a nivel mundial por BlackRock; sin embargo, en las 29 compañías locales donde invierte, la gestora suma el 1,6% de la propiedad en promedio. Posiciones considerables, que suelen superar a las AFP locales y a los gestores de fondos chilenos e internacionales.
SQM es su mayor apuesta, al sumar el 4,25% de la propiedad y tener US$ 400 millones invertidos. Cifra que la posiciona como el séptimo mayor accionista de la compañía, según Bloomberg.
Con US$ 145 millones en Enel Chile, la gestora administra el 2,9% de la propiedad, imponiéndose sobre todas las AFP y los gestores internacionales, como Vanguard (1,4%). La misma situación se repite en Concha y Toro. En la viña controlada por la familia Guilisasti, BlackRock tiene el 2,7% de la propiedad y US$ 24 millones, superando la posición del mayor fondo soberano del mundo, Norges Bank, que registra el 1,2%.
Asimismo, en Enel Américas y Latam Airlines, la gestora se ubica en el top 3 de los accionistas —sin considerar al controlador—, y en las cinco empresas más grandes del IPSA, BlackRock figura dentro del top 5 de los accionistas, al excluir a los controladores.
Parque Arauco es su tercera mayor posición porcentual, al sumar el 2,5% de la propiedad. En la firma dedicada al negocio de real estate, la gestora también se impone a las AFP, aunque su competidor Vanguard la supera con el 3,3% de las acciones.
El valor del voto
Tener el poder para tomar decisiones al interior de las compañías, votar sobre sus estrategias y nombrar directores es uno de los principales incentivos de ser accionistas.
Para este punto, hay equipos especializados en la industria que votan en las juntas. En este caso, BlackRock Investment Stewardship es el área al mando de dicha estrategia.
Instalado en las oficinas de Wall Street, el senior executive en Gobierno Corporativo de las Américas, Gabriel Hasson, es quien toma las decisiones de los fondos indexados (ETF) en acciones, sector que representa el 90% de los activos bajo gestión en renta variable.
Considerando la estrategia de inversión pasiva de estos fondos, en la práctica el equipo opera con perfil poco activista. “Generalmente, los fondos indexados van a votar a favor de lo que dice el directorio”, señala una fuente cercana al interior de la firma.
Una visión que comparte el gerente de Investor Relations de una firma local: “Son bastante tranquilos y, al igual que los otros fondos de inversión, cumplen regularmente enviando sus votos sobre los aspectos a discutir”.
De todas formas, en los últimos años BlackRock ha ido buscando disminuir su responsabilidad en los negocios a los que tiene exposicion. La firma está implementando una opción adicional para que el dueño de la acción, que compra a través de BlackRock, tenga ese poder de decisión.
“Permite participar más directamente en el proceso de votacion por poder”, señala públicamente la firma.
El plan se lanzó en 2022 y, por ahora, solo opera en EEUU para los clientes institucionales. El objetivo es que se extienda a otras regiones, por lo que, aún en Chile, la gestora sigue teniendo el poder de decisión de los activos que administra.