Encuesta CEP: jubilaciones y perspectivas

Hace unos días se publicó la última entrega de la encuesta CEP, la cual era esperada tanto por el Gobierno, la oposición como por los candidatos.

Uno de los aspectos más comentados ha sido la pregunta relacionada con “los tres problemas en los que el Gobierno debería centrar sus esfuerzos en solucionar”; y en particular, la evolución que ha tenido el tema de las pensiones en los últimos años. En diciembre de 2019, este tema se encontraba en primer lugar con 64 puntos, durante el estallido social. En abril de 2022, la cifra se redujo a 33 puntos tras la creación e implementación de la Pensión Básica Universal. En la última encuesta, este ítem se ubicó en 25 puntos con la aprobación de la reforma previsional.

Es evidente que la demanda por mejores pensiones ha sido constante en los últimos tiempos, siendo uno de los aspectos que resaltó durante el estallido social de 2019. La creación e implementación de la Pensión Básica Universal fue una de las noticias más relevantes en materia previsional de las últimas décadas, ya que significó un aumento significativo tanto en el monto como en la cobertura en el pilar no contributivo, permitiendo que el sistema entregue tasas de reemplazo muy acordes e incluso superiores a las de la OCDE, especialmente para los sectores de menores ingresos.

Esta política pública forma parte del legado del Presidente Piñera y logró que ningún adulto mayor quedara por debajo de la línea de la pobreza. Por estas razones y muchas más, la encuesta de esa fecha arrojó 33 puntos en el tema de pensiones, lo cual representa casi la mitad de lo que tenía en 2019.

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La última encuesta, realizada después de la aprobación de la reforma previsional, muestra un descenso hasta los 25 puntos, ubicando este tema en cuarto lugar en lugar del primero como estaba en 2019.

Es interesante notar que esta disminución en la cifra ocurrió solo con el anuncio de la ley, ya que hasta la fecha ninguna pensión ha sido aumentada (los primeros serán los mayores de 82 años a partir de septiembre). Las expectativas generan la confianza necesaria. Es en este punto de las expectativas donde se debe prestar atención, esfuerzo y dedicación, para no defraudar las perspectivas de la ciudadanía. Los próximos años deben centrarse en una implementación correcta, procurando que se realice de manera técnicamente impecable, teniendo en cuenta que la orientación siempre debe ser aumentar el ahorro y la rentabilidad, y con ello las pensiones.

Cualquier error o desviación en el régimen y límites de inversiones, la nueva cotización a cargo del empleador, los nuevos roles públicos y otros aspectos, pueden tener consecuencias no deseadas. Dadas las nuevas y actuales atribuciones de la Superintendencia, avanzar hacia una entidad colegiada se vuelve cada vez más recomendable.

Como se puede observar, desde 2019 hasta la fecha, las mejoras en las pensiones han sido bien recibidas, reflejándose así en las encuestas. En la correcta implementación de la reforma está en juego mantener la tendencia a la baja.

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