Un nuevo acto de violencia e intimidación sacudió el distrito de Ventanilla, en el Callao. Extorsionadores hicieron detonar un potente explosivo en la entrada de una cebichería, ubicada en la cuadra 1 de la avenida Indoamérica, dejando severos daños materiales y generando temor entre los vecinos.
El húngaro Attila Vajda Zoltan fue hallado culpable por tocamientos y connotación sexual sin consentimiento.
La explosión, según testigos, fue tan fuerte que destruyó el portón metálico del negocio, rompió todas las ventanas del frontis y afectó seriamente a viviendas vecinas. El estruendo alarmó a los residentes de la zona, quienes salieron asustados de sus casas ante el temor de un nuevo atentado criminal.
El propietario del local, que prefirió mantener su identidad en reserva -por seguridad- confirmó que está siendo víctima de extorsión por parte de delincuentes que le exigen 20 mil soles para dejarlo trabajar “en paz”. Según sus declaraciones, esta explosión sería una clara advertencia para forzarlo al pago de “cupo”.
“Ha sido una explosión fuerte. Varias casas colindantes han sido afectadas. El impacto ha sido tan fuerte que mi puerta de fierro la ha destrozado, como puedes constatar. Todo lo ha reventado”, expresó el empresario con evidente impotensia.
Lo que más indignación ha generado es que el atentado se produjo a media cuadra de una caseta del Serenazgo de Ventanilla, lo que ha puesto en tela de juicio la efectividad del patrullaje y vigilancia en la zona.
Agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar para acordonar la zona y realizar las diligencias correspondientes. La Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) también se hizo presente para analizar los restos del artefacto utilizado y determinar su composición.
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