Francisca Pérez, exjefa programática de la candidatura de Carolina Tohá “Los programas económicos de Kast y Jara carecen de solidez y no han convocado a economistas con experiencia”

Algo menos de un mes ha transcurrido desde la sorpresiva victoria de la entonces candidata del Partido Comunista y de Acción Humanista, Jeannette Jara, en la primaria presidencial del oficialismo, dejando en el camino a la en su momento favorita, Carolina Tohá, del Socialismo Democrático y del Partido Liberal, quien remató en segundo lugar por sobre Gonzalo Winter (FA) y Jaime Mulet (FRVS).

Una de las protagonistas de la campaña de la exministra del Interior fue Francisca Pérez.

La economista de la Universidad Católica, con un doctorado en la disciplina en la Universidad de Boston y con un posdoctorado en la Universidad de Chile, fue la jefa programática de la candidatura.

Con pasos por el Ministerio de Hacienda y el Banco Central, la hoy académica de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) continúa con sus clases y sus trabajos de investigación, enfocados en temáticas como mercado laboral y brechas salariales de género.

“Según lo que hemos visto hasta ahora, lo que propone Jara está muy lejos del proyecto que nosotros le tratamos de presentar al país con Carolina Tohá”.

En esta conversación, la economista entrega sus primeras reflexiones tras la derrota en la primaria del 29 de junio, además de abordar la posibilidad de una eventual incorporación al nuevo comando que está estructurando Jeannette Jara.

– ¿Qué reflexión hace a nivel personal de la derrota en la primaria?

– Creo que le presentamos al país un proyecto que era sólido, que era responsable, que atendía adecuadamente a los problemas que tiene el país, a las preocupaciones que tiene la gente. Creo que en eso hicimos un buen trabajo.

Nuestro programa tenía tres ejes bien claros: crecimiento, seguridad y cohesión social, en el sentido de que un crecimiento por sí solo nunca es suficiente. Entonces, si vamos a impulsar el crecimiento, tiene que ser un crecimiento que sea capaz de ser percibido por las personas. Quizás una autocrítica que podemos hacer es que estas posturas más de centro no lograron permear adecuadamente en la población.

– ¿En qué etapa se encuentra usted hoy?

– Nunca me fui de la Universidad Adolfo Ibáñez. Seguí con mis responsabilidades, con mis papers, mi investigación acedémica, mis clases.

Yo me sumé a la campaña de Carolina Tohá por toda su trayectoria política, por sus ideas, por su sentido de la responsabilidad, la experiencia del Gobierno, el pragmatismo. Y, además, pertenece al sector político con el cual yo me siento identificada.

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Entonces, según lo que hemos visto hasta ahora, lo que propone Jara está muy lejos del proyecto que nosotros le tratamos de presentar al país con Carolina Tohá.

“Subir el salario mínimo a $ 750.000 es inviable. ¿Es algo que todos quisiéramos? Por supuesto, pero va a tener consecuencias en el empleo. Y lo que me preocupa es que refleja alguna falta de entendimiento de cómo funciona la economía”.

– ¿Le cierra la puerta a incorporarse eventualmente al comando de Jeannette Jara?

– Lo que pasa es que yo veo que lo que propone Jara está muy lejos de lo que yo propuse estando en el comando de Carolina Tohá. Ese es mi problema y no he visto señales de acercamiento.

– ¿Y si hubiera señales de acercamiento?

– Preferiría no hacer esa política ficción. Preferiría ver esos pasos, saber de qué estamos hablando, cuáles son las propuestas y ahí decir sí o no. Todavía no estamos ahí. No hemos visto señales en ese sentido.

La señal más llamativa o más decidora fue lo que pasó con Fernando Carmona. Quizás eso da alguna señal de la candidata, que tiene ganas de moverse hacia algo distinto de lo que propuso en el programa de la primaria, pero todavía creo que es muy temprano para saberlo.

– ¿Se siente huérfana en términos políticos de cara a la primera vuelta?

– Habrá que ver qué proponen las distintas candidaturas. Queda mucho camino por recorrer aún hasta las elecciones. Pero, efectivamente, los que comulgamos con ideas de la centroizquierda en este momento no tenemos un candidato por el que votar, uno que esté tomando estas ideas.

– Como cuadro técnico del mundo del Socialismo Democrático, ¿qué siente que debería ver para sentirse convocada por el proyecto de Jeannette Jara?

– Me preocupa mucho que veo una gran debilidad en los programas económicos de las dos candidaturas que hoy lideran las encuestas. Los programas económicos de Kast y Jara carecen de solidez y no han sido capaces de convocar economistas con experiencia y trayectoria. Yo creo que eso es muy llamativo.

¿Qué cosas me preocupan de lo que vi de la candidata Jara cuando era nuestra contrincante en las primarias? Veo que hay un exceso de voluntarismo en sus propuestas, el mismo exceso de voluntarismo que veo en los parlamentarios de su sector. Me da la impresión que ellos entienden a la economía como algo estático, como que si las regulaciones no produjeran efecto.

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Entonces, yo cambio las reglas del juego y la economía no cambia. Entonces, elimino la UF y solamente me quedo con los beneficios de eliminar el UF y nada más pasa. Subo el costo del empleo en más de 40% subiendo el salario mínimo y creo que voy a seguir contratando la misma cantidad de personas y esto no va a tener ningún costo. A eso le llamo voluntarismo. Y, eso, sin entrar siquiera en la discusión de que ya el salario mínimo es alto en Chile.

Subir el salario mínimo a $ 750.000 es inviable. ¿Es algo que todos quisiéramos? Por supuesto que sí, pero va a tener consecuencias en el empleo. Y lo que me preocupa es que refleja alguna falta de entendimiento de cómo funciona la economía. Lo mismo con la discusión del tema de la demanda interna.

– ¿Qué cree que hay detrás de esa discusión?

– Creo que lo que pasa es que se confunde lo que es una política de estabilización a través de la demanda, de lo que son políticas de oferta para mejorar la capacidad de crecimiento de la economía. La economía hoy en Chile está creciendo en torno a su potencial. Entonces, nuestro problema no es de falta de demanda, nuestro problema es de capacidad de crecimiento.

¿Qué es lo que pasa con estas políticas de demanda? Lo que vamos a lograr es que volvamos a tener efectos negativos en las cuentas externas, en la inflación que tanto nos ha costado bajar.

– Las otras candidaturas proponen también rebajas fuertes de impuestos.

– Las propuestas de rebajar impuestos, cuando no tienen compensaciones que sean creíbles, también las veo como un riesgo para la economía. Tienen el mismo efecto de impulsar peligrosamente la demanda, porque si yo bajo impuestos, efectivamente podríamos argumentar que va a lograr mejorar la capacidad de crecer de la economía, pero eso es un efecto de mucho más largo plazo. En el intertanto, voy a tener efectos negativos de sostenibilidad fiscal, de nuevo voy a caer en un problema que es peligroso.

Entonces, si no entendemos ese tipo de consideraciones, difícilmente vamos a poder salir del estancamiento en el que estamos ahora.

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El debate por la UF y el tope de indemnizaciones

– En la campaña de Tohá propusieron restricciones para cobros de algunos servicios en UF.

– Es una realidad de que las personas perciben la fijación de precios de algunos servicios en UF como un problema. Nosotros nos tratamos de anticipar a esta discusión que tiene lugar en el Congreso y propusimos eliminar la UF para el pago de esos servicios. Eso era lo que estaba en el espíritu y explícitamente dijimos que no aplicaba esa eliminación para las operaciones financieras.

En algún momento lo pensamos también para los contratos de arriendo, pero la implementación práctica es bastante difícil. Nunca propusimos eliminar la UF para operaciones financieras, menos para créditos hipotecarios.

– ¿Se pasaron de la raya los parlamentarios que empujaron la restricción de su uso?

– Sí. Es lo mismo que me pasa con el tope de la indemnización por año de servicio. Es el mismo tipo de discusión, que se cree que se va a favorecer a las personas, pero al final la economía tiene su ajuste. Los agentes ajustan, las empresas ajustan. Entonces, si elimino el tope de las indemnizaciones por año de servicio, ¿qué pasa? No voy a seguir contratando la misma cantidad de gente, no voy a seguir dándoles el mismo contrato. Las cosas van a cambiar. Al final, se desvirtúa el objetivo de la indemnización por año de servicio. El objetivo es proteger los ingresos de las personas, no cuidar los empleos.

– ¿Cuál puede ser una alternativa?

– Uno quisiera en realidad una indemnización a todo evento, que si yo me quiero cambiar de empleo porque recibí una oferta mejor, porque no estoy contento, lo pueda hacer. Me tomo mi tiempo porque recibo una indemnización. ¿Pero qué es lo que pasa acá? Los empleadores fomentan la rotación, porque no quieren acumular indemnizaciones por años de servicio. Los trabajadores a veces llegan incluso al incentivo perverso de crear situaciones para ser despedidos. Y hay otros que no se quieren mover porque no quieren perder este bolsón de recursos que han acumulado.

Entonces, yo avanzaría en la dirección contraria. ¿Por qué no transitamos gradualmente hacia un único sistema? Engrosar el seguro de cesantía, buscar que financie una indemnización a todo evento que sea por un número de meses y por un porcentaje en línea con los estándares internacionales.

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