En 2019, el grupo Andes Salud -una red de clínicas regionales ligadas a inversionistas del Biobío, como las familias Imschenetzky y Sáenz- tomó control de los prestadores que antes eran Empresas Masvida, incluyendo una participación minoritaria en Isamédica, una clínica situada en Rancagua, Región de O’Higgins.
Isamédica, que fue fundada en 1993, registra cerca de 32 mil atenciones y alrededor de 8.300 prestaciones anuales. En su directorio, Andes Salud está representada por su gerente general, el expresidente de Clínicas de Chile, Gonzalo Grebe, quien el 9 de mayo hizo temblar la mesa al presentar una demanda civil contra los socios mayoritarios del establecimiento.
La acción legal se dirige contra el presidente de Isamédica, Francisco Saldaña, y los directores Enzo General, Raúl Benavente y Fernando Soto, y busca una indemnización por daños.
A grandes rasgos, Grebe acusa a los socios mayoritarios de haber firmado una actualización del contrato de trabajo del gerente general de Isamédica, Gastón Quezada, que “no tiene justificación comercial y es abiertamente contraria al interés social, imponiendo términos y condiciones muy gravosos que, inevitablemente, se traducen en una pérdida patrimonial para la sociedad”.
En concreto, sostuvo que se le otorgaron beneficios “excesivos e injustificados” a Quezada, “quien está en edad de jubilar, consistentes en una indemnización convencional a todo evento, equivalente al monto del ‘total de haberes’ de la eventual última liquidación multiplicado por los años de servicio -veintiocho y contando-, y un adicional equivalente al 10% del monto así calculado”, esto último en caso de que el contrato no termine por renuncia voluntario dentro de los próximos cinco años.
Así, Grebe calculó que la pérdida patrimonial efectiva se traduciría, hasta el día de hoy, en unos $ 287 millones, cifra que solo podría aumentar con el tiempo.
“La forma en que se ha redactado la cláusula implica que la Sociedad deberá siempre indemnizar al trabajador, sin importar la razón o causa invocada, procediendo incluso en caso de término de contrato por fallecimiento o, aunque parezca insólito, por causa imputable al mismo (…) es solo cuestión de tiempo para que a Isamédica se le exija un millonario desembolso, quedando ello totalmente sujeto a la voluntad y arbitrio del gerente general”, dijo la demanda.
Conflicto en el directorio
En términos de la demanda, en el escrito presentado ante el 1° Juzgado Civil de Rancagua, Grebe resaltó que, en un directorio del 26 de noviembre, se mostró disponible a evaluar las modificaciones propuestas al contrato del gerente, pero que le solicitó al ejecutivo información sobre sus condiciones contractuales que hasta hoy no le han sido proporcionadas.
A esto, añadió que los demandados afirmaron que los beneficios eran “merecidos y oportunos” y que el asunto se había discutido durante diez años. “Esto último, a pesar de que el tema nunca se había tratado a nivel de directorio, al menos desde 2019, año en que por primera vez fui designado”, argumentó. “La decisión, en cualquier caso, ya estaba tomada, mucho antes de que el asunto se discutiera en el Directorio, como corresponde en derecho”.
De hecho, en las páginas siguientes, denunció que la modificación del contrato fue firmada de todos modos, “sin dar aviso y de forma subrepticia” antes de que se firmara el acta de la sesión de directorio del 30 de enero de 2025.
Con todo, Grebe argumentó que los demandados se aseguraron de que “resultase extremadamente costoso siquiera analizar” la alternativa de reemplazar a Quezada. Con eso, planteó que la medida “tenía precisamente por objeto usar dineros ajenos para un interés particular y eventualmente antagónico a los intereses de la Sociedad, esto es, ‘blindar’ a la persona del gerente general, persona afín a los intereses de los demandados”.
Respuesta de los demandados
Diario Financiero consultó a la parte demandada para este artículo, ante lo cual los directores respondieron que “la demanda carece de fundamento”.
Así, sostuvieron que “el acuerdo que se cuestiona fue adoptado con pleno arreglo a derecho, en el marco de nuestras atribuciones y en cumplimiento del interés social. Estamos seguros que esa demanda no va a prosperar”.
Y agregaron que: “Nuestro foco está en mantener el crecimiento de la empresa, mejorar cada vez más los servicios de salud que entregamos y generar valor para todos los accionistas”.