“El Gobierno no se preocupa del empleo” o que “la agenda laboral ha destruido más empleos de los que ha creado” son parte de las critica que se han vuelto recurrentes entre analistas y los gremios empresariales cada vez que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) actualiza las cifras del mercado del trabajo.
Planteamientos que se basan en que la tasa de desempleo suma 30 meses sobre el 8% y, de hecho, la última fue de 8,9%.
Una cifra crítica, que en opinión del ministro del Trabajo, Giorgio Boccardo, no debe mirarse aisladamente, sino que considerar otros indicadores, como la tasa de ocupación, aquella que refleja el número personas con empleo como porcentaje de aquellas en edad de trabajar (56,6%).
En contraste con el nivel de desocupación, destaca que entre los trimestres enero–marzo de 2022 y marzo–mayo de este año, se han creado 550.000 empleos, de los que un 94,7% son formales, 62,6% son de mujeres y 65,8% corresponden a asalariados del sector privado.
“En este Gobierno hemos creado cerca de 550 mil empleos, alcanzando más de 9,3 millones de personas ocupadas. Además, hemos reducido la informalidad a niveles mínimos históricos, alcanzando un 26% en la última coyuntura de empleo”, grafica el secretario de Estado.
“Hubo connotados empresarios que plantearon públicamente la necesidad de, por ejemplo, llegar a un salario mínimo de $ 500 mil, y parece que de todo eso nos olvidamos”.
De ahí que rescata la necesidad de “desmitificar la idea de que el Gobierno no ha tenido una preocupación permanente por el empleo”.
Y, de inmediato, Boccardo recuerda que les tocó asumir con un retroceso del mercado laboral “muy fuerte” en participación laboral de las mujeres -cerca de 10 puntos-; y, en una primera etapa, se dedicaron en lo fundamental a enfocar la política de empleo en los IFE laborales.
“Esa política, que fue muy intensiva en los años 2022 y 2023, permitió en buena manera recuperar el mercado laboral formal (…) Pareciera que la coyuntura de las cifras actuales, y particularmente el hecho de que hoy se está impulsando un proyecto tan emblemático como el Subsidio Unificado al Empleo, da la impresión de que la preocupación es de ahora. La verdad es que hubo políticas muy efectivas que tenían que poner en ese momento el foco en donde la situación laboral era más compleja”, defiende.
Como Gobierno, y a partir de eventos climáticos, incendios, o por ejemplo el cierre de Huachipato, subraya que han desplegado distintas políticas en materia de subsidios a la retención laboral y la contratación, que han tenido foco en PYME y comunas para evitar “escenarios catastroficos que, en algún momento, se anunciaron”.
– ¿Siente que son injustas las críticas de los analistas? Se ha planteado que las leyes no apuntan a la creación de empleo, que las cifras laborales no han recuperado sus niveles prepandemia y el desempleo ha ido al alza…
– Muchas veces falta una mirada integral de las políticas de empleo y de seguridad social que ha impulsado este Gobierno para poderlas evaluar en su conjunto. Más allá de si son injustas o no, creo que son parciales.
No asumimos en cualquier escenario de un mercado laboral normal o en condiciones que pueden estar asociadas a una crisis sectorial de la economía, sino que más bien en una de las situaciones más complejas que ha vivido el mercado laboral en la historia.
También se ha planteado en el debate de los últimos meses que el Gobierno estaría bajándole el perfil a la discusión de las estadísticas de empleo. Aquí me gustaría ser muy tajante, la situación del mercado laboral nos preocupa.
Hemos establecido un diagnóstico, en donde lo que hemos señalado es que, al mismo tiempo que el mercado laboral formal se recuperó, que estamos con tasas de informalidad laboral históricamente bajas, nos encontramos con una situación de desocupación y, particularmente de grupos específicos, que nos preocupa.
Y cuando digo que nos preocupa, es que para ello estamos tomando medidas específicas que buscan hacerse cargo justamente de aquellos grupos (…), entendiendo que el principal motor que explicará la creación de puestos de trabajo es recuperar los ritmos de crecimiento, acelerar la inversión pública, reducir los tiempos de permisos para que determinadas inversiones privadas se realicen.
“Parece que de todo eso nos olvidamos”
– Un análisis del Banco Central constató que el alza del salario mínimo habría impactado en la creación de empleo. ¿Cree que fue una mala apuesta implementar un alza tan significativa en tan poco tiempo?
– Yo sería sumamente cuidadoso. Es un estudio de caso que se hizo en algunas regiones, que lo que señaló fue que potencialmente podría haber ahí alguna relación; y que eso había que seguir observándolo en el tiempo.
Esta fue una ley de alzas escalonadas en el tiempo, que incorporó ineditamente apoyo a las PYME, gracias a lo cual el salario mínimo pudo subir de manera significativa. Hay que terminar de ver cómo se desarrollan estos meses para tener una mirada más concluyente de lo que ha pasado en el mercado laboral. Hoy asignarle a una variable en particular lo que está ocurriendo en el mercado laboral, nos parece que es un poco sesgado, y requiere de una revisión.
Dicho eso, me gustaría recordar que en 2019, cuando se produjo el estallido, parte importante de las demandas sociales que había en ese momento tenían que ver con salarios, pensiones, jornadas, con desigualdades de género. Hubo connotados empresarios que plantearon públicamente la necesidad de, por ejemplo, llegar a un salario mínimo de $ 500.000; y parece que de todo eso nos olvidamos.
– Volviendo a las cifras, ¿a su juicio qué está ocurriendo con el mercado laboral? ¿Por qué la tasa de desempleo no baja?
– Es sesgado colocar toda la atención en la tasa de desocupación para entender lo que está pasando en el mercado laboral. Algo que aprendimos en la pandemia y que generó bastante consenso entre los distintos actores que intervienen en la política pública, es que la tasa de ocupación asalariada formal era uno de los indicadores que mejor medía la temperatura del mercado laboral, porque tiene que ver con cómo están expandiéndose las empresas que están contratando.
Tratar de explicar todo lo que pasa en el mercado laboral a partir de un solo indicador, y particularmente de la tasa de desocupación, es muy miope y cortoplacista.
– Entonces…
– Insisto, pasaron varias cosas además de la pandemia. La primera es que durante la pandemia empezó a entrar en vigencia la gratuidad universitaria, lo que hizo que muchos jóvenes entraran a estudiar y pospusieron su decisión de entrar al mercado laboral. Por otro lado, empezó a regir la PGU, que hizo que personas de más de 65 años, que no tomaban la decisión de jubilarse gracias a la PGU, lo hicieron, y se retiraron del mercado laboral. Esos dos grupos no van a volver con la misma fuerza.
Ahora, ¿dónde creemos que está el principal foco que finalmente explica que estén saliendo más personas a buscar trabajo y no lo encuentren? En que hoy todavía tenemos un rezago en las tasas de crecimiento económico y necesitamos que eso se recupere de forma más enérgica. Tenemos que recuperar las tasas de crecimiento, porque van a ser el principal factor que va a permitir que esas personas que salen a buscar trabajo, finalmente lo encuentren.
También es importante señalar que hay ciertas políticas públicas que ha impulsado Hacienda, Economía, Trabajo, nuevos mecanismos de fiscalización, la formalización de los trabajadores de plataformas a través de Servicios de Impuestos Internos y otras medidas como el Subsidio Unificado al Empleo, que permiten abordar una parte de los problemas que tiene nuestro mercado laboral y que hoy están un poco mejor, no es para estar conformes, pero esa mirada más integral del mercado laboral hay que abordarla.
Sala cuna: “Hay voluntad para que este proyecto se apruebe”
– Actualmente hay dos proyectos que podrían ayudar a agilizar la creación de empleo, el de sala cuna y el Subsidio Unificado de Empleo. ¿Cree que será posible que sean ley antes del término de Gobierno?
– En el caso de Subsidio Único de Empleo, ya se aprobó en general, y a propósito de las audiencias y lo que nos han planteado parlamentarios de oposición y del oficialismo, que nos han pedido simplificar el mecanismo de postulación, sobre todo para las empresas de menor tamaño, vamos a intentar consensuar un paquete de indicaciones que vayan en esa en esa línea.
Pero esperamos que este sea un proyecto que se apruebe durante 2025. Esa es nuestra expectativa y, de momento, por lo que han sido las propias audiencias -lo que ha planteado la CPC, las organizaciones de PYME, la CUT-, creemos que es un proyecto que está bien encaminado y que debiera tener una tramitación acelerada.
– Lo otro es sala cuna.
– Hemos seguido avanzando en ir precisando datos y ciertos requerimientos que nos han hecho los senadores y senadoras en materia de explicar ciertas cifras, cómo se estaría componiendo el fondo de sala cuna.
También hemos estado analizando la posibilidad de considerar algún tipo de instancia que fuera revisando permanentemente los parámetros que componen el fondo. Además, se está reflexionando en incorporar algún tipo de consejo o de instancia que permita ir monitoreando y proponiendo modificaciones paramétricas en el tiempo, que es algo que también hemos hecho en otro tipo de fondos de la Seguridad Social.
Durante agosto, ya habiendo terminado toda la sesión de audiencias en la comisión, esperamos que se abra un período de indicaciones, y que en ese período podamos hacer también, como Ejecutivo, una propuesta que recoja parte de las preocupaciones que han planteado los distintos actores y, con ello, seguir avanzando prontamente en el Senado.
– ¿Será ley?
– Hay que recordar que este es un proyecto que está en el primer trámite, y posteriormente tenemos que ir a la Cámara, pero aquí lo imortante y es lo que nos ha pedido el Presidente, es que le demos una alta prioridad, porque le va a hacer muy bien al país y esperamos que en los tiempos legislativos que nos quedan sea un proyecto que se pueda aprobar.
Entendemos que cuando uno está cruzado por los tiempos electorales, muchas veces la conversación en el Congreso toma otros rumbos, pero mi impresión de lo que hemos podido conversar con los parlamentarios de todo el espectro político, es que hay voluntad para que este proyecto se apruebe.
El ministro adelantó que en agosto se presentarán indicaciones a la propuesta que, espera, faciliten su tramitación.