La agenda tributaria del Gobierno no se detiene, a pesar de la controversia que rodea al director del Servicio de Impuestos Internos (SII), Javier Etcheberry.
Ejemplo de lo anterior es que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, presentó detalles de la nueva reforma tributaria enfocada en las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), anticipando que el lunes la llevará al Congreso.
Después de participar en una nueva sesión del Gabinete Procrecimiento junto a ministros sectoriales, el secretario de Estado explicó en La Moneda los ejes de la iniciativa, que incluye reducciones de impuestos para las pequeñas empresas y nuevos beneficios fiscales para la clase media, cuyo efecto en menores ingresos será compensado con aumentos de gravámenes en otros sectores.
En primer lugar, el proyecto consolidará lo que se conoce como la “ruta del emprendimiento”, para facilitar el tránsito de las empresas más pequeñas hacia un régimen denominado “transparente” de tributación, para que se convierta en el sistema general para este sector.
Esto implica que los contribuyentes estarán exentos del Impuesto de Primera Categoría a las utilidades corporativas, por lo que más bien tributarán por el Global Complementario que corresponde a sus dueños. Para lograr esto, Marcel anticipó que Hacienda eliminará algunas restricciones que hoy están vigentes para poder acceder a este sistema.
Además, la propuesta incluirá el llamado “monotributo”, que será un régimen transitorio al que podrán acceder los nuevos emprendimientos durante sus dos primeros años de operación, lo que significa que cumplirán con todos sus compromisos con el Fisco en materia de impuestos mediante el pago de un monto fijo en Unidades Tributarias Mensuales (UTM), que ascendería a 1 UTM ($ 68.647). Dicho esquema también incluye beneficios de IVA para los dos años siguientes una vez que la microempresa salga del monotributo.
Beneficios de clase media
Marcel también adelantó que la reforma incluirá beneficios de gasto para la clase media.
Por ejemplo, habrá nuevas deducciones de gasto para incentivar los desembolsos en arriendos de propiedades al momento de declarar los impuestos personales, con un tope anual de $ 6,6 millones, lo que equivale a un arriendo mensual de $ 550.000.
“Es decir, se podrá descontar de la base del impuesto a la renta el pago de arriendos, de la misma manera que actualmente se hace con los intereses que se pagan por los dividendos de créditos hipotecarios”, explicó el titular de las finanzas públicas.
También, dijo que se introducirán cambios operativos al crédito tributario que beneficia los gastos en educación.
Asimismo, confirmó que la nueva norma contemplará un límite de pago de contribuyentes para los adultos mayores, equivalente al 5% de los ingresos para los pensionados que sean parte del 60% más vulnerable de la población.
Este beneficio aplicará incluso si dichas personas no logran acceder a la política vigente que permite reducir entre 50% y 100% las contribuciones para los adultos mayores.
Compensaciones
En la conferencia de prensa, Marcel dijo que el conjunto de beneficios fiscales tendrá un costo anual de US$ 1.000 millones para las arcas públicas, por lo que la norma incluirá también compensaciones, que se traducen en aumentos de impuestos en distintas áreas.
Así, habrá tres categorías que verán cambios para recaudar esos US$ 1.000 millones: el tramo más alto del impuesto personal, la tributación de los fondos de inversión, y modificaciones a los gravámenes aplicables a herencias y donaciones.
Sobre el gravamen personal, Marcel adelantó que se modificarán los dos tramos superiores del impuesto Global Complementario, volviendo al esquema que estaba vigente hasta el 2014. O sea, que quienes ganen más de 150 Unidades Tributarias Anuales (UTA, $ 10,2 millones) estarán afectos a una tasa marginal del 40%.
De esta forma, el tramo para personas que perciben entre 120 a 150 UTA (entre $ 8,2 millones a $ 10,2 millones mensuales) tendrá un ajuste en su tasa marginal de 35% a 38%, mientras que quienes reciban más de $ 10,2 millones quedarán afectos a la tasa de 40%. Hoy, se grava con un 40% a quienes ganan más de $ 20,8 millones cada 30 días.
La segunda compensación se relaciona con los fondos de inversión privados, limitando algunas exenciones que poseen -por ejemplo, que no tributan en Primera Categoría como una empresa o que tienen una tasa de impuesto preferencial de 10% cuando tributan en el exterior-, pero permitiendo que las mantengan solo cuando realicen inversiones en capital de riesgo: “Hoy en día, hay muchos fondos de inversión privados que se dedican a otros propósitos distintos de aquellos para los cuales se creó este régimen”, fundamentó Marcel.
El tercer ajuste tiene que ver con cambios en los impuestos a las herencias y donaciones, que ya habían sido legislados en la Ley de Cumplimiento Tributario pero que fueron rechazados en la discusión en el Senado a mediados del 2024.
Estos implicaban eliminar la exención que beneficia a las donaciones revocables (aquellas transferencias de bienes que realiza una persona en vida a sus herederos y que se confirman al momento de fallecer, pero que se pueden dejar sin efecto por parte del titular antes de su deceso), así como también modificar las reglas de valorización de los activos y permitir el pago en hasta tres cuotas anuales sin interés.