La Universidad de Harvard presentó una demanda contra el Gobierno de Donald Trump por revocar su capacidad de inscribir a estudiantes internacionales. La demanda argumenta que esta acción viola la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos y otras leyes federales, teniendo un impacto devastador en la universidad y en más de 7 mil poseedores de visados.
En respuesta a esta situación, las autoridades chinas se comprometieron a proteger los derechos e intereses de sus estudiantes y académicos en el extranjero, destacando la importancia de la cooperación educativa entre China y Estados Unidos.
Estudiantes chinos de Harvard están enfrentando complicaciones y cancelando vuelos de regreso a casa mientras buscan orientación legal sobre su permanencia en Estados Unidos. La restricción impuesta a Harvard podría obligar a los estudiantes extranjeros actuales a transferirse a otras instituciones y potencialmente extenderse a otras universidades.