Hugo Perea: “Un cambio en el modelo económico perjudicaría a los pobres en el Perú” – Hugo Perea: “A change in the economic model would harm the poor in Peru”

Por: Pablo Carranza

¿De qué manera la economía peruana se va a ralentizar en este año que es preelectoral?

Sí, bueno, va a depender un poco de la incertidumbre que eventualmente se despliegue durante el periodo electoral, durante la campaña. Si no hay incertidumbre, no deberíamos tener mayor impacto. En otras ocasiones se ha observado que en campañas en donde algunas ofertas electorales anticipan cambios en la conducción económica, por ejemplo, las decisiones de inversión se mantienen un poco a la espera de que se aclaren los detalles de ciertas iniciativas. En otros procesos electorales las cosas han ido más suaves. Entonces, no es necesariamente vinculante o cierto que dado un periodo pre-electoral vamos a tener alguna ralentización, pero obviamente eso va a depender del grado de incertidumbre que eventualmente exista durante el proceso electoral. No lo sabemos, es algo prematuro. En otras ocasiones sí ha habido algo de cautela por parte de las decisiones de inversión, pero bueno, esperemos que ahora este proceso eventualmente sea más tranquilo.

¿El sector económico se abstrae por completo del ruido político que vivimos o si repercute en algo?
Siempre el contexto político ha estado presente. Las decisiones económicas se dan en un entorno social, internacional y también en un entorno político, y para que las políticas económicas y las políticas públicas puedan tener un impacto favorable se requiere de una serie de instituciones políticas que permitan canalizar las demandas de los ciudadanos, por un lado, pero también transmitir los beneficios del progreso económico de otro. Y para eso, reitero, se requieren algunas instituciones claves y parte de esas instituciones claves para que una economía de mercado funcione bien tiene que ver con el sistema político. Es cierto que en algún momento se decía que Perú parecía un modelo a la italiana, donde la parte política andaba desvinculada del crecimiento económico y se sostenía eso sobre todo cuando tuvimos este periodo de fuerte auge entre el 2002 y el 2013 con un crecimiento promedio de 6,3% anual. Creo que era un número bastante fuerte y en ese periodo obviamente vimos que muchos indicadores de bienestar mejoraron notablemente como reducción de pobreza, engrosamiento de clase media, etcétera. Pero mi pregunta es, lo que no vamos a poder medir es el contrafactual, es decir, ¿cuánto más hubiéramos podido crecer si hubiéramos tenido mejores instituciones políticas? De repente ese 6,3% pudo haber sido 8%. Lo que pasa es que cuando creces a 6,3%, digamos que se siente una mejora en el bienestar, pero de repente pudimos haber crecido al 8. En cambio, ahora, cuando crecemos al 3%, la pérdida de institucionalidad ha ido cada vez más apremiando la economía, entonces, ahí crecer al 2,5% o al 3%, cada décima de menor crecimiento, obviamente es más sensible, pero en mi opinión, siempre ha estado la parte económica vinculada a la parte política. En parte del entorno en el que se despliegan las decisiones de política económica.

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¿Cuánto le costaría al Perú que en el 2026 se elija a otro Pedro Castillo?
No quiero poner nombres ni nada por el estilo. Cualquier líder de carácter populista que no valore los equilibrios macroeconómicos fundamentales, que no tenga cuidado con el gasto público, que no mantenga la economía en un sistema de precios que mal que bien ha venido funcionando aceptablemente en Perú, podrían traer mucha complicación para el país. Mientras más radicales sean las propuestas de carácter populista obviamente mayor será el daño. Esto se ha documentado en la literatura económica, donde los gobiernos populistas generan perdidas de crecimiento a mediano y largo plazo.

¿Cómo perjudicaría al país un intento de cambio del modelo económico vigente?
Sería lamentable porque quienes más se verían perjudicados por un cambio en la conducción macroeconómica que hemos tenido en las últimas décadas serían las personas de bajos recursos. La gente de altos recursos tiene maneras de proteger su patrimonio y riqueza, pero la gente de bajos recursos depende más de la creación de empleo, son personas que reciben salarios o son pequeños emprendedores que necesitan un entorno de crecimiento para poder prosperar. Entonces, creo que la afectación iría más por ese lado. Es cierto que el modelo económico cuando funcionó a plenitud generó mucho avance en términos de bienestar. La pobreza entre el 2004 y el 2019 cayó de niveles de más de 55% a 20%, 35 o 36 puntos porcentuales de caída. 9,5 millones de personas cruzaron la línea de pobreza hacia arriba. Es cierto que la tarea no estaba cumplida. Muchos de estos son pobladores o ciudadanos que permanecen en situación de vulnerabilidad, que rápidamente, en ausencia de una red de protección social, frente a un choque económico, pueden regresar a situación de pobreza. Pero era claro que lo que se hacía con ese tipo de conducción económica beneficiaba a amplios sectores de la población. Lo que hay que hacer es mejorar, persistir, pero claramente ese tipo de conducción basado, reitero, en los equilibrios macroeconómicos básicos, en respetar los equilibrios macroeconómicos básicos, en promover la inversión, generación de empleo, una economía pro mercado, con un sistema de precios libres, generó mucho bienestar. Entonces, ojalá que, en la próxima contienda electoral, más bien se busquen no cambiar lo bien que se hizo, sino reforzar. Donde haya que ajustar, pues habrá que ajustar.

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