De aquí a tres años, India será la tercera economía más grande del mundo si se cumplen las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y, como consecuencia, subirá al podio junto a China, (segunda) y Estados Unidos (primera). Un paso que no será inocuo para nadie, menos para Chile y, en particular, para la industria del cobre local, que mira expectante la posibilidad de consolidar nuevos mercados ante el alza de aranceles de parte de la administración Trump.
Una sensación que no solo queda en el aire. Las cifras que rescata un análisis de los economistas del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC UDP), Antonio Espinoza y Juan Ortiz, corroboran el viento a favor.
No será una nueva China, advierten, pero al mismo tiempo rescatan que la nación más poblada del mundo -como es India hoy, con 1.450 millones de habitantes- será un socio económico aún más importante para el país en el futuro, toda vez que se espera un aumento en el consumo de cobre refinado, para lo cual depende de la importación del mineral y sus concentrados, así como productos intermedios (ver recuadro).
Vínculo comercial
Como punto de partida, Espinoza y Ortiz destacan la relación bilateral cultivada por Chile e India. En medio de la vigencia de un acuerdo de comercio parcial -el cual se busca profundizar con el apoyo del Gobierno y del mundo empresarial-, el año pasado dicha nación representó el 2,6% del total de exportaciones de bienes locales, posicionándose como el sexto mercado con mayor participación.
En dicho período, los envíos llegaron a un peak histórico de US$ 2.575 millones.
Pero quizas más crucial, entre 2020 y 2024, el 66% de esas ventas corresponden a cobre, seguido a distancia por productos químicos (14,3%), agropecuarios, silvícola y pesca (9,3%) y celulosa, papel e impresos (5,5%).
Una preponderancia del commodity que se da en un marco donde el tratado actual establece una rebaja arancelaria del 100% para el mineral de cobre y sus concentrados y de 50% en el caso del cobre para el afino.
Un mercado deficitario
La contracara amigable del poder vendedor de Chile, es que India depende de las importaciones del mineral y sus concentrados e intermedios para producir el refinado, cuya mayoría (61%) es elaborado internamente. Decidor, las internaciones de la nación asiática de cobre de mina en 2023 y 2024 ascendieron a 92,5% y 93% del total de la demanda, respectivamente.
Pese a estas cifras, su peso en el consumo mundial de cobre refinado fue de apenas al 3% del total en 2023. En términos per cápita, fueron solo 0,6 kilos, un nivel menor a lo visto en China en 1996, cuando fue de 1 kilo.
Otro dato. En los años fiscales 2023 y 2024, la oferta de concentrado de cobre producido en India alcanzó las 25 mil y 27 mil toneladas, mientras que la demanda fue de 332 mil y 329 mil toneladas.
Así, desde la perspectiva de India, Chile representó el 30,6% de la importación de mineral de cobre y sus concentrados entre 2020 y 2024, lo cual lo deja como el país más importante, seguido por Indonesia (27,3%) y Australia (13,3%).
Mientras que el cobre para el afino proveniente desde territorio chileno fue equivalente al 6,9% del total de las internaciones en el mismo período, con lo que se situó en el cuarto lugar como origen. Los principales mercados fueron Tanzania (49,4%), Sudáfrica (24,4%), Mozambique (7,7%).
La deuda o distancia aún está en el segmento refinado.
La dinámica interna
¿Qué impulsa la demanda de cobre refinado en India? El año pasado fue estimulada principalmente por el sector transporte a raíz de un incremento del 41% en la venta de vehículos eléctricos.
En paralelo, la construcción expandió su demanda del commodity en 15%, la infraestructura y consumo de bienes durables en 14% y la industria en 10%, según consignó el análisis de los datos de la Asociación Internacional de Cobre.
O sea, la demanda del metal rojo está respondiendo a lo que Espinoza y Ortiz califican como una relativa mayor urbanización, así como por la electrificación de su economía.
Y a los mayores requerimientos en infraestructura e industria, se suma la aceleración del Gobierno en pos de la generación de energía con recursos renovables, ciudades inteligentes, rubro inmobiliario y fabricación de vehículos eléctricos.
Pronósticos del Ministerio de Minas de India señalaron en 2023 que se espera que el consumo per cápita de cobre refinado llegue a 1 kilo en los próximos años.
¿Desaceleración de China?
El protagonismo del mercado indio, adicionalmente, podría coincidir, según constata el análisis del OCEC UDP basado en datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), con una menor participación de China en la demanda global de cobre refinado.
Los cálculos de la IEA precisan que India representó el 3% de la demanda mundial del citado tipo de cobre en 2024, y se espera que hacia el año 2050 se instale como la tercera mayor fuente de origen, llegando a sobrepasar a Estados Unidos, y representar el 10% de los requerimientos globales.
Paralelamente, el peso de China fue de alrededor del 60% y se estima que se reducirá a cerca de la mitad para 2050, ubicándose en alrededor del 35%, toda vez que su economía estaría cada vez más madura, llevando a una menor expansión de la manufactura y construcción.
En este contexto, la agencia estima que el consumo de cobre refinado durante 2024 alcanzó los 27 millones de toneladas métricas (TM), el cual esperan que aumente a 37 millones de toneladas métricas para 2050.
Lo anterior permite calcular que la demanda de cobre refinado de India de aquí a 25 años sería de 3,7 millones de toneladas métricas, mientras que China aún seguiría consumiendo 13 millones de toneladas métricas.
Y aunque estas últimas cifras no le alcanzarían a India para que el consumo per cápita superara el promedio mundial, la visión de OCEC UDP apunta a que puede ser un socio económico cada vez más importante dado la escala y el tamaño de su economía. Y, en función de ello, esperarían que la participación india en la exportación chilena de cobre tenga mayor relevancia en el futuro.
Las distintas etapas del mineral
Para entender el rol de India en el mercado de cobre, el análisis de Espinoza y Ortiz distinguen los distintos tipos del metal en la cadena de producción, una aproximación que también ha ganado relevancia en medio de la incertidumbre por el arancel que aplicará Estados Unidos. Primero, está el material más bruto, la roca o material natural que contiene cobre en su interior, pero en bajas concentraciones; luego, es sometido a un proceso de purificación, usualmente por trituración y luego flotación, separándolo de otros minerales y materiales, para llegar al concentrado de cobre. A este se le aplica un proceso de fundición para la eliminación de impurezas y aumentar más la concentración, formando el afino, usualmente en forma de blísteres y ánodos. Por último, el cobre para el afino es sometido a refinación electrolítica, aumentando su pureza al 99,99%, obteniendo así el cobre refinado, el cual es después utilizado para la producción de aleaciones o productos finales, como cables, esensiales para una amplia gama de aplicaciones industriales y tecnológicas por su alta capacidad de transmisión eléctrica.