La tensión en Medio Oriente sigue escalando. Este sábado, el Gobierno de Irán confirmó la muerte de otros dos altos mandos de sus Fuerzas Armadas en el marco de la ofensiva aérea lanzada por Israel contra múltiples objetivos estratégicos del país persa, entre ellos instalaciones militares, nucleares y civiles.
Kiev y Moscú acordaron liberar a todos sus prisioneros de guerra jóvenes o heridos y devolver los restos de sus combatientes muertos. Fue el único resultado de las conversaciones de paz mantenidas en la ciudad turca de Estambul a inicios de junio.
Las nuevas víctimas fueron identificadas como el general Rabbani, jefe adjunto de operaciones de las Fuerzas Armadas, y el general Mehrabi, jefe adjunto de la Inteligencia del Estado Mayor. Ambos oficiales se suman a una preocupante lista de figuras clave del aparato militar iraní abatidas en las últimas 48 horas.
Desde la madrugada del viernes, Israel ha intensificado los bombardeos sobre territorio iraní, una operación sin precedentes que, según fuentes oficiales iraníes, ha dejado un saldo de al menos 78 muertos y 320 heridos. Las autoridades han confirmado también la muerte de importantes líderes como:
General Mohamad Hosein Baqerí, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas
General Hossein Salamí, comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria
General Amir Ali Hajizadeh, jefe de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria
Además, se ha reportado la pérdida de al menos seis científicos nucleares destacados, lo que constituye un duro golpe para el programa atómico de Irán.
Los objetivos atacados por Israel han incluido las plantas de enriquecimiento de uranio de Fordó y Natanz, así como el aeropuerto internacional de Mehrabad y diversas bases militares de alto nivel. El Gobierno iraní ha calificado estos bombardeos como “una agresión sin precedentes” y ha prometido represalias severas.
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