Teherán buscaba construir el mayor arsenal de proyectiles balísticos del planeta
Israel afirmó que el regimen de Irán, antes de la guerra de los 12 días, se encontraba en proceso de construir el mayor arsenal de misiles balísticos del planeta, con proyectiles capaces de transportar ojivas de una o dos toneladas y alcanzar objetivos en Europa.
En una entrevista concedida al diario The Sunday Times, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Oren Marmorstein, ofreció una nueva y más amplia perspectiva sobre los motivos que llevaron Israel y a Estados Unidos a lanzar una ofensiva conjunta contra Teherán el pasado 13 de junio.
“En realidad, actuamos debido a dos amenazas existenciales”, explicó Marmorstein. “Una era nuclear, y actuamos en el momento justo porque Irán estaba a punto de construir una bomba. Pero la otra era la amenaza balística”.
Lee también:
Estudiantes serbios exigen elecciones adelantadas en masiva protesta
El portavoz detallo que, antes del estallido del conflicto, la inteligencia estadounidense estimaba que el regimen de Irán contaba con aproximadamente 3.000 misiles balísticos. Sin embargo, Teherán había iniciado una operación a gran escala con el objetivo de multiplicar esa cifra casi por siete, hasta alcanzar los 20.000 misiles, varios de ellos con capacidad para transportar cargas explosivas de gran poder destructivo.
El funcionario israelí ofreció un ejemplo concreto de los riesgos de esa expansión. El martes anterior al alto el fuego, un misil impacto en un refugio en la ciudad israelí de Beersheba, al sur del país, y mató a cuatro personas. “Imaginen si Teherán enviara 10.000 de esos”, dijo. “Esa amenaza era tan existencial para nosotros como una bomba nuclear”.
De acuerdo con Marmorstein, Irán no solo acumulaba misiles, sino que estaba alcanzando niveles industriales de producción. “Estaban alcanzando la escala industrial y a punto de convertirse en el principal productor de misiles balísticos del mundo”, afirmó. Algunos de estos misiles, agregó, eran de tipo intercontinental, con un alcance que superaba con creces el perímetro regional y se extendía a Europa. “Lo cual no es para nosotros”, dijo, aludiendo a que la amenaza se proyectaba más allá del conflicto bilateral entre Irán e Israel.