Joaquín Lavín: “Hay rachas en las campañas (…) El resultado de la elección está totalmente abierto”

Las paredes de su oficina

Las paredes de su oficina en el cuarto piso del edificio de postgrado de la UDD -universidad que cofundó en 1989- están tapizadas en cartulinas escritas en plumón azul y rojo. Son siete. Una para cada capítulo de un libro que prepara con Gonzalo Blumel y Cristián Larroulet, llamado Siete lecciones de liderazgo del Presidente Piñera y que publicarán a fines de año. Dos cartulinas más con números encerrados en círculo, divididos en siete columnas. “Esas son las anécdotas que tenemos para cada capítulo, la mayoría desconocidas”, cuenta Joaquín Lavín.

Es viernes

Es viernes, y el exministro, exalcalde y ex-ex-excandidato presidencial, toma chocolate caliente que sacó de la máquina expendedora que está afuera de su despacho de director del Instituto de Emprendimiento FEN UDD.

– Según ChatGPT, fue ocho veces candidato.
– Son más. Contando primera y segunda vuelta, mi nombre ha estado 10 veces en un voto.

– Como ex eterno candidato, ¿como está mirando, ahora desde afuera, la campaña presidencial de Evelyn Matthei, de Chile Vamos?
– No pongas ex eterno candidato.

– Varias veces candidato.
– Eso, mejor dicho, porque hay otros mucho más eternos ahora, que van por quinta vez a la elección presidencial (ríe). Primero, lo veo con más distancia, porque siempre el candidato tiende a ver parcialmente la realidad. Ahora, todas las elecciones son distintas, pero el entorno de esta elección es muy diferente: es con voto obligatorio y pueden llegar a votar hasta 15 millones de personas. Eso nunca había pasado.
En mi elección con Ricardo Lagos del 2000, en segunda vuelta votaron 7 millones. Ahora hay este fenómeno nuevo llamado “votante obligado”, que es cerca del 40%, que es una persona totalmente desafectada a la política y que toma sus decisiones normalmente el último mes. La otra gran diferencia es que no existían las redes sociales.
Estos dos últimos factores hacen que las elecciones sean mucho más volátiles. Hay una volatilidad muy grande que va a seguir, porque los datos que nosotros vemos es que esa gente obligada, tiende a tomar su decisión al final.

– Y la toma por emoción probablemente…
– Se ha hablado mucho en la elección de Jara de la emoción, pero yo creo que en general todas las elecciones son de emoción. La emoción es la razón principal del voto siempre. “Viva el cambio” (de la elección contra Lagos) era pura emoción. Y esa campaña fue muy parecida a la que tendría que hacer Jara, en el sentido de que la campaña en 2000 era “aquí voten por la persona, olvídense de la ideología, Pinochet no, la UDI no”… Es un poco lo que está haciendo Jara con el PC.

– ¿Jara está copiando su campaña?
– (Ríe). No, está haciendo ese tipo de campaña porque es la correcta. Cuando sabes que vas a perder si esto es por ideología, tienes que centrar la campaña en las personas, en las emociones. Sólo que ella tiene un problema, y es lo que creo que va a hacer que no gane la elección: que el “Viva el cambio” hoy en día es totalmente al revés. Significa “chao Boric, no más los que están gobernando ahora”. Entonces la tiene muy difícil porque que gane un candidato de continuidad en el Chile de hoy es prácticamente imposible. Pero es una gran candidata, al nivel Bachelet al menos.

– En 2007 se declaró bacheletista-aliancista. Podría declararse jarista en algún momento.
– (Ríe). No, no, no. Esa frase me ha pesado mucho. La frase se refería a que soy una persona que quiere llegar a acuerdos y entenderse con los demás.

– ¿Cuánto hay de Bachelet en Jara?
– Yo diría que Jara es tan buena o mejor candidata que Bachelet. No necesitó subirse a un tanque para hacer lo que es.

– Bailó unas buenas cumbias.
– Sí, pero Bachelet también. (Ríe)

– ¿Cree que Jeannette Jara podría dar una sorpresa? Carlos Peña dijo que veía a la derecha muy confiada de que tiene ganada la elección…
– A nivel de ganar, no. Todo puede pasar en la elección, pero las probabilidades son mayores para un candidato que represente un cambio respecto al gobierno actual. Ella, siendo una gran candidata, tiene ese gran defecto: que representa la continuidad. Y lo que está ganando en todas partes es la oposición. Y en Chile eso como que se asentó en el 62% del rechazo. Entonces, si tú miras más o menos los votos, los clasificas de la manera tradicional derecha-izquierda, es un 60-40. Y si tú sumas Matthei, Kast, Kaiser, Parisi, da en torno a 60 versus el 40.

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– A Matthei se le critica que se enoja, que pelea, ¿debiera ahora mostrarse más cercana, más en el estilo Jara?
– La Evelyn alcaldesa tendría que aflorar.

“Hay que formar una nueva coalición”

– Partió diciendo que cuando uno está dentro de una campaña hay cosas que el candidato no ve. ¿Qué no está viendo Matthei?
– Primero cuando digo que esta elección es tan volátil y que haya tantos cambios de posiciones, y que creo que los va a seguir habiendo. Yo lo experimenté, por ejemplo en la campaña con la primaria con Sebastián Sichel. Yo iba ganando, Sichel ganó en el último mes, o casi en los últimos 15 días de la elección. Y después rápidamente pasó lo que pasó, y terminó siendo Kast el candidato. Entonces la volatilidad existe. Y por tanto, creo que Evelyn Matthei tiene intactas sus posibilidades de ganar la elección.

– Pero algo tiene que hacer para revertir esta tendencia. Encuesta que uno mire, marca en primer lugar a Jara, segundo a Kast, tercero a Matthei. ¿Cómo se da vuelta?
– Todos han ido cambiando de posición en esta campaña y por lo tanto es una elección abierta en que para mí Evelyn Matthei tiene grandes posibilidades de ganar. Ahora, por mi experiencia pasada -no soy quién para un consejo, porque me pasó lo mismo-, lo que yo haría, primero, es que ella muestre transversalidad. Chile no quiere un país que siga enfrentado de la forma como hemos estado en los últimos ocho años, en que una parte del país le hace la vida imposible a la otra. Y creo que dentro de los candidatos que podríamos llamar grandes -Jara, Kast, Matthei-, la que permite que este país no siga en esta “guerra” en que todos le niegan la sal y el agua al otro, es Matthei.
Aquí hay que formar una nueva coalición: ella no es la candidata de Chile Vamos, para mí ella es la candidata de un espectro que va entre los ex Kast -como la senadora ex republicana Carmen Gloria Aravena y la ex jefa económica de JAK 2021, Cecilia Cifuentes- pasando por Chile Vamos hasta personas que vienen de la centroizquierda de Amarillos y Demócratas.

– ¿Esto se lo ha planteado a ella?
– (Silencio). Estoy dando mi opinión en esta entrevista, y valga lo que valga en términos personales. Lo segundo que haría es nombrar a personas clave. Todos sabemos que Jorge Quiroz, es el más probable ministro de Hacienda de JAK.

– Es el único economista, versus los 40 que trabajan con Matthei.
– Esto de los 40 economistas es como lo de los 11 voceros. Al final no es nadie. Yo creo que hay que hacer ver a la opinión pública, “este va a ser el ministro de Interior, este va a ser ministro de Seguridad, y este va a ser el ministro de Hacienda”. Al menos esos tres. Eso permite que otras personas hablen por ella ordenadamente y vayan de a poco dando a conocer sus medidas. Y luego de eso hay que empezar a dar propuestas.

– ¿Hoy en día una elección se gana por propuestas?
– Las elecciones siempre se ganan por emoción, no se ganan por propuestas. Pero las propuestas son importantes. Si analizas qué propone Kast, la gente va a decir el plan escudo fronterizo, o el plan no sé cuánto. Tú preguntas, ¿qué propone Evelyn? No sé. Esa es la impresión que da para fuera. Hay que empezar a dar medidas concretas, que pueden darlas los voceros. Yo veo a Kast en seguridad rodeado de dos generales: uno de Carabineros y otro del Ejército. Bueno, ¿quién es la persona de seguridad acá? Y en términos de las propuestas, tienen que ser diferenciadoras, respecto a Kast o Kaiser. ¿A qué me refiero con esto? Que todos sabemos que el tema de la seguridad es un tema complejo. Entonces, obviamente que hay que construir cárceles en el desierto, poner escudos fronterizos, suma todo lo que quieras, drones, zanjas, murallas, cerco eléctrico, todo lo que quieras… pero si no arreglas el tema de la educación en el sentido de que los niños de 12 o 13 años en las zonas vulnerables están siendo captados por bandas, especialmente los desertores escolares, el crimen organizado va a seguir. Es lo que ha pasado en México.

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“Es un error mirar para el lado”

– El fin de semana pasado Diego Paulsen, jefe de campaña de Matthei, dijo que el adversario político era Kast. ¿Para usted, donde está el adversario?
– Bueno, es obvio que si Kast pasa a segunda vuelta, yo voy a votar por él. Está clarísimo. Pero prefiero que pase Matthei.

– ¿Votaría por él sin dolor de guata o con dolor de guata?
– Sin dolor de guata. Pero prefiero que pase Matthei, porque el punto es ganar, pero después gobernar. Y no sólo es gobernar una vez, necesitas un Aylwin-Frei-Lagos, tres gobiernos. Y creo que la posibilidad de eso, por el arco al cual llega, la tiene mucho más Matthei que Kast.

– ¿Pero hacia donde debiera enfocar la campaña Matthei?
– La campaña se tiene que enfocar en la gente, en la emoción y en la propuesta. Es un error mirar para el lado.

– El jueves Matthei acusó a grupos que apoyan a Kast de hacer una “campaña asquerosa” en su contra, editando videos para hacerla parecer que tiene alzhéimer. ¿Coincide con ella en la frase?
– No quiero entrar en eso. Las redes sociales, con lo bueno y lo malo, son una realidad. Yo la he sufrido por años. Tienes que enfocarte en lo que tienes que hacer y en la gente. Punto. Obviamente, cuando uno pasa estas situaciones, hay un nerviosismo, siempre hay una ansiedad que a veces te lleva a aparecer (en la prensa) por aparecer. A mí me pasó. Tú nunca tienes que dar una entrevista, si no sabes bien qué es lo que vas a ir a decir.

– Pero quizás ella lo quería decir.
– Sí, está bien, probablemente lo quería decir, no cabe duda. Y está hecho el punto. Pero el enfoque para adelante tiene que estar en la gente. Hay diferentes roles en la campaña, pero el candidato le habla a la gente y a la gran mayoría.

– ¿Ahí se equivoca Matthei?
– (Silencio). Los candidatos le hablan a la gente.

– ¿Cómo se reconstruyen las relaciones si hoy se está acusando una campaña asquerosa, y el dia de mañana quien pierda debiera apoyar al ganador?
– Pasa mucho. Eso me pasó, por ejemplo, con Sebastián Piñera. Después del 2000 yo quedé como “el candidato” pero los gobiernos eran de seis años. Entonces hubo seis años de “dispárenle a este patito que está primero”. A los cinco años y medio apareció Piñera porque vio esta debilidad, el desgaste y terminó ganando la primera vuelta. Obviamente hubo roces. Pero está mucho en la persona entender que a veces los ataques no son personales, sino que a las ideas. Cuesta diferenciarlos, pero ahí tienes un ejemplo y después nos entendimos perfecto, fui ministro, y ahora voy a escribir un libro sobre él.

– Ese desgaste es el mismo que Paulsen reconoció la semana pasada en la campaña de Evelyn…
– Por supuesto que sí.

– El suyo terminó mal.
– ¿En qué sentido?

– En el sentido de que le ganó Piñera.
– Sí, claro. Pero después trabajé con él. Y sin ningún problema. Lo que te quiero decir es que hay rachas en las campañas. Es como los equipos de fútbol, hay veces que pierdes tres o cuatro partidos seguidos, entonces piden que cambiemos todo, pero después resulta que el equipo se recupera, y gana cuatro o cinco partidos seguidos. Así mismo hay rachas en las campañas, sobre todo en este mundo de estas campañas tan volátiles. Hoy el resultado de la elección está totalmente abierto.

– Cuando uno conversa con personas de Chile Vamos dicen esto mismo: que el país no quiere polarización, que la única que puede dar gobernabilidad es Evelyn, que es más transversal. ¿Pero por qué eso no se refleja en las encuestas?
– Falta demostrarlo, convencer a la gente de eso. Estoy seguro de que la gente no quiere vivir otros ocho años como los que hemos vivido, porque sabe que eso finalmente no resuelve los problemas.

“La lista parlamentaria necesita una candidata presidencial fuerte”

– ¿Cómo impacta la caída de Matthei a la carrera parlamentaria? Está claro que la derecha irá con dos listas, y a los candidatos no les gusta sacarse fotos con el perdedor…
– Bueno, si esto continuara, efectivamente lo afecta, yo lo viví en la primera vuelta con SP.

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– ¿Nadie se quería sacar foto con usted?
– Hay una anécdota. Yo venía del sur y Andrés Chadwick era candidato a senador por la Región de O’Higgins ese año (2005). En el camino estaban los carteles “Andrés Chadwick”. Empezó a pasar el tiempo, y después decía “Andrés Chadwick P”. Y, a un mes de la elección, era “Andrés Chadwick Piñera” (rie). Es una anécdota, pero demuestra que eso efectivamente es así. Por eso es que esta racha hay que darla vuelta luego. La lista parlamentaria necesita una candidata presidencial fuerte.

– En el escenario de que eso no pase, es de los que piensa que ella debiera bajarse para no afectar la parlamentaria?
– No, no, no. Esto es hasta el último minuto. Se puede dar vuelta en los últimos 30 días. Quedan cuatro meses, piense lo que ha pasado en los cuatro meses y cómo han cambiado las posiciones.

– ¿El Kast de ahora, que aparece menos, que no habla de temas valóricos, ha cambiado o está siendo pragmático?
– Visto desde afuera, ha aprendido a ser mejor candidato. Pero yo creo que el problema más grave que tiene José Antonio Kast es que él tuvo un fracaso grande, porque le tocó chutear un penal prácticamente sin arquero -que es tener toda la mayoría para hacer una nueva Constitución en Chile-, y no lo logró. Entonces eso para mí es algo que pesa. Chile no necesita más experimentos. Boric fue un experimento. Y aquí tenemos otro experimento con un antecedente que no me gusta.

Exceso de consejos

– ¿Cómo se maneja la ansiedad cuando los números no lo favorecen como candidato?
– Es muy difícil, porque llega un montón de gente a darte consejos, que aparece como de la nada -como yo lo estoy haciendo ahora- a decirte “tienes que hacer esto”. Entonces el candidato tiende a confundirse más. Pero finalmente es él quien decide. Lo que no puede seguir es estar como en la nada misma. Tienes que tomar una decisión, “este va a ser el camino”. Y confiar en ese camino y en esa estrategia, aunque no te rinda frutos en el corto plazo.

– Usted tenía a los samurai que lo acompañaban y asesoraban. A Matthei se le ve más sola. ¿Quiénes son sus samurai?
– Paula Daza creo que es un poco eso. Porque tiene conocimientos de política, ha enfrentado crisis y es amiga personal de la Evelyn. Tú necesitas personas que tengan esas dos cualidades, que te contengan y te influyan en esos momentos.

– ¿Qué es lo más duro que recuerde de su carrera política?
– Hubo muchos, pero en política no hay que ser rencoroso.

– ¿Se arrepiente de haber dedicado su vida a la política?
– Tiene un costo altísimo y todavía lo estoy viviendo. Pero el sentimiento es de haber tenido la oportunidad de estar en esos lugares -sea ministro, alcalde- y haber hecho esas cosas que pude hacer le ganan lejos a la parte mala.

– Si Matthei fuera presidenta, ¿estaría dispuesto a ser ministro?
– No, ya estoy en otra etapa.

Trama familiar

– A nivel personal, ¿cómo está viviendo las investigaciones del MP a su nuera Cathy Barriga, que está con reclusión nocturna, y su hijo Joaquín, a quién se pidió su desafuero?
– No quiero hablar mucho de esto, pero creo que me ha tocado sufrir una persecución familiar sin precedentes. A mi juicio, excede todos los límites. Con la propia Cathy, una persona que entra y sale de la cárcel tres veces, con persecución judicial a full. Lo que está pasando ahora con Joaquín. Ha sido muy, muy fuerte, muy difícil. Y bueno, hay que enfrentarlo no más.

– A su juicio, ¿ellos cometieron delitos?
– A mi juicio, no.

– ¿Y errores?
– Errores puede haber cometido mucha gente. Yo también y todos hemos cometido. Pero delitos, no.

– Se operó un cáncer de colon, ¿cómo está de salud?
– Va bien. Se supone que no tengo nada. Sólo que tengo que hacerme exámenes semestrales para ver la evolución, pero me siento bien y estoy bien.

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