Un 29 de junio de 1983, la tragedia y valentía se encontraron en una historia que marcó al mundo del deporte, gracias a Joe Delaney. Era una joven promesa del fútbol americano con apenas 24 años, perdió la vida intentando rescatar a tres niños que se estaban ahogando en un estanque en Monroe, Luisiana.
Delaney era corredor de los Kansas City Chiefs en la NFL y se encontraba en plena recuperación durante la temporada baja. Tras una destacada etapa universitaria con Northwestern State y una temporada de novato brillante en 1981, el futuro del deportista parecía prometedor. Ese día, mientras se dirigía a un parque de atracciones, presenció cómo tres menores se lanzaban a un estanque sin supervisión, según información oficial de la NCAA.
Pese a que advirtió del peligro, los niños ingresaron a una zona profunda del estanque —cercana a los dos metros— y comenzaron a ahogarse. Delaney, que no sabía nadar, no dudó en actuar. Le pidió a otro niño que buscara ayuda si él no regresaba: “Tengo que salvar a esos niños. Si no regreso, trae a alguien”, le dijo. Luego se arrojó al agua.
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