Cuando se crearon los multifondos, en septiembre de 2002, solo el 11% de las personas escogió su fondo de pensiones, mientras que el 89% fue asignado de forma automática según el mecanismo de asignación por defecto que se estableció en esa regulación.
Sin embargo, el panorama ha cambiado y la libertad de elección cobró fuerza. Según Ciedess, actualmente los afiliados que optan por su fondo ya representan el 52%.
Lo anterior se traduce en que a marzo de 2025 había 3.284.118 afiliados “mal ubicados”, vale decir aquellos fuera del que correspondería por normativa. Con ello, ya representan el 25% del total de usuarios del sistema, según la consultora.
Por ejemplo, el 87% de los afiliados del fondo E estarían “mal ubicados” (hombres menores a 61 y mujeres menores a 56); mientras que el 48% de los afiliados del fondo A deberían estar en otro fondo (hombres y mujeres mayores a 40).
Los traspasos entre multifondo se profundizaron hace algunos años cuando hubo llamados explícitos a cambiarse de fondo. La Superintendencia de Pensiones ha realizado una serie de estudios para analizar el desempeño de esas decisiones, análisis que concluyen que la mayoría de los afiliados que cambian de fondo de manera voluntaria obtienen un peor desempeño que si hubieran mantenido sus ahorros en el fondo que les corresponde según la estrategia por default o en el multifondo de origen.
Reordenamiento
La situación cobra aún más relevancia en la actualidad. Con la reforma de pensiones se pone fin a los multifondos y comienza un tránsito hacia los fondos generacionales. Uno de los desafíos de ese proceso es el reordenamiento de afiliados.
Como hoy hay muchas personas que están en un fondo que no les debiera corresponder según edad y horizonte de pensión, a la hora de establecer fondos generacionales que tal como dice su nombre se establecen según el período de nacimiento de las personas, se deberá hacer un ordenamiento de los usuarios.