La Fiscalía Nacional Económica (FNE) no olvida. Eso es lo que quedó claro este lunes luego de que el ente persecutor presentara un requerimiento por colusión ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) contra las plataformas de reparto Delivery Hero (matriz de Pedidos Ya) y Glovo.
¿La razón? La Fiscalía acusó a las dos empresas de reparto por haber celebrado y ejecutado un acuerdo de asignación de zonas de mercado en 2019 que incluyó cuatro países: Chile, Perú, Ecuador y Egipto.
Project Green fue el nombre con el que las compañías de delivery bautizaron el pacto que les permitió repartirse mercados en estos cuatro países y generó la repentina salida de Glovo del mercado chileno, en abril de 2019.
En ese sentido, pese a que en el mercado la retirada de la española se perfiló para muchos como la primera víctima de una férrea competencia con Uber Eats, Rappi y Pedidos Ya; la partida de Glovo de la industria de la última milla chilena fue solo la “punta del iceberg”.
“La noticia del cierre de Glovo Chile, al igual que en el resto de los países, fue comunicada de manera abrupta y con poca anticipación al equipo local, incluido su propio gerente general”, señala el requerimiento presentado por la FNE y sostiene que “si bien Glovo intentó explicar a la FNE esta repentina salida del mercado, invocando un supuesto bajo rendimiento de su filial en Chile, los propios ejecutivos de la empresa desmintieron esa justificación”.
Este es un caso de alcance internacional. Este lunes, la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, acaba de imponer una multa de 329 millones de euros (US$ 374 millones) a Glovo y Delivery Hero por formar durante cuatro años un cartel en el reparto de comidas y otros productos.
Glovo recibe así una sanción de 105,7 millones de euros (US$ 120 millones), mientras que la de Delivery Hero asciende a 223,3 millones de euros (US$ 254 millones). Ambas multas llevan incluida una reducción del 10%, porque las dos empresas implicadas reconocieron durante la investigación las prácticas ilegales.
La historia detrás de la salida
En mayo de 2018 entró a la propiedad de Glovo la alemana Delivery Hero, un gigante mundial de la última milla e inversionista mayoritario en Pedidos Ya, además de poseedor de una participación minoritaria en Rappi.
Ese fue el principio del fin. Lo que comenzó como un acuerdo para potenciar el negocio con nuevos recursos, pasó a ser la gran piedra de tope en la ruta de crecimiento de Glovo: antes de completar su última ronda de financiamiento, la alemana salió a bloquear la operación.
Delivery Hero impuso sus propias reglas para frenar su crecimiento dado que la española se estaba abriendo paso peligrosamente en mercados claves para sus negocios de reparto, principalmente representados por Pedidos Ya.
La alemana exigía que el actor saliera de todos los mercados donde tenía negocios –lo que representaba el 85% de su operación-, lo que para el resto de los inversionistas no era rentable y dejaba contra la espada y la pared a Glovo.
Dicho esto, tras duras discusiones entre sus principales inversionistas, cerrar las operaciones de Glovo en Chile y Egipto fue la salida para destrabar el financiamiento, aunque estos países no fueron al azar. Para Pedidos Ya, el mercado local -junto con Argentina- es el de más peso en Latinoamérica, al igual que lo es Egipto en el norte de África.
En ese sentido, la alemana le entregó las operaciones en Perú y Ecuador a cambio.
Sobre el tema, este martes Delivery Hero declaró que “confirmamos que la Fiscalía Nacional Económica ha presentado una denuncia ante el Tribunal de Libre Competencia por hechos que presuntamente habrían ocurrido en 2019” y agregó que “está cooperando plenamente con las autoridades y entregará todos los antecedentes necesarios”.