El Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central de junio trajo buenas noticias en mataría de proyecciones macroeconómicas, aunque también levantó algunas alertas, principalmente por el lado del impacto que el conflicto entre Irán e Israel podría generar a nivel de expectativas y mercados internacionales.
Mejoras de PIB para este año y mantenciones para el próximo
Reconociendo una economía que ha crecido por sobre las expectativas en el primer trimestre de este año, el instituto aprovechó el impulso y mejoró la parte baja del rango de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) previsto para este año, a la vez que mantuvo las perspectivas para los próximos dos ejercicios.
Para 2025, el piso del rango se mejoró en 0,25 punto porcentual, desde un 1,75% a 2%, mientras que el techo se mantuvo en 2,75%.
“En el primer trimestre, la actividad chilena tuvo un dinamismo mayor que lo esperado, nuevamente relacionado con el desempeño de los sectores exportadores, resaltando el aporte de la producción frutícola, industrial y pesquera, a lo que se sumó un mejor resultado de varios rubros de servicios y del comercio, apoyado este último por la mayor llegada de turistas extranjeros. Sin embargo, los últimos Imacec mostraron cierta reversión de factores de oferta, mientras que los sectores de servicios siguieron dinámicos”, apuntó el banco.
Asimismo, para los próximos dos años el crecimiento se mantendría en torno al Producto potencial, con un rango entre 1,5% y 2,5%, idénticos al IPoM de marzo pasado.
Indicadores principales al alza
En línea con el mejor desempeño del Producto, el banco corrigió al alza la mayoría de los principales indicadores de demanda para este ejercicio como para los próximos.
Por ejemplo, la expansión de la demanda interna se mejoró en siete décimas a 3,2%; el avance de la inversión -medida como formación bruta de capital fijo- se mantuvo en 3,7%; el consumo total se corrigió al alza desde 2,3% a 2,6%, mientras que el privado lo hizo en dos décimas a 2,2%.
¿Y en 2026? El ajuste de la demanda interna deriva en un crecimiento de 2,7%, cinco décimas mejor que lo que se esperaba en el primer trimestre; la proyección para la inversión se afinó en 1,4 punto porcentual a 3,6%; mientras que se redujo levemente lo esperado para el consumo total, de 2,3% a 2,1%, y el privado se situó nuevamente en un 2% para el ejercicio.
El 2027 también trajo mejorías en las expectativas, aunque más leves: la demanda interna crecerá un 2,4% (2,3% en marzo); la formación bruta de capital fijo un 3,3% (2,9% previo); mientras que las apuestas para el consumo total y el privado volvieron a situarse en los mismos valores que en el reporte previo: 2,3% y 2%, respectivamente.
Medio Oriente, el gran foco de atención
La mejoría en términos de proyecciones contrasta con el mensaje de cautela que entregó el IPoM en torno a las renovadas hostilidades entre Irán e Israel, principalmente por su efecto sobre las perspectivas globales, los mercados y el precio de las materias primas, principalmente el petróleo.
De hecho, el reporte parte señalando que se enmarca en un escenario internacional “considerablemente más incierto”, debido a los cambiantes anuncios de la política comercial de Estados Unidos y al escalamiento de los conflictos bélicos en el Medio Oriente. Debido a lo reciente de este último evento, la autoridad reconoce que no se logró incorporar su efecto en el escenario de proyecciones.
“En lo más reciente, se sumó el escalamiento de los conflictos militares en Medio Oriente, del cual se desconoce su alcance, desarrollo y eventuales impactos sobre la economía mundial y chilena. Este es un evento que comenzó a observarse con más fuerza posterior al cierre estadístico del reporte -11 de junio-, por lo que sus efectos no están considerados en el escenario central de proyecciones”, sincera el banco.
El ente autónomo también pone la lupa sobre los efectos de la política comercial de Estados Unidos, en el marco de la guerra arancelaria abierta por la administración de Donald Trump, aunque con impactos hasta el momento acotados a nivel global y en Chile.
Junto con recalcar que los anuncios arancelerarios han tenido un “errático proceso al ser cambiantes de manera frecuente”, el emisor destaca que la reacción de los mercados financieros mundiales ha sido “atípica” respecto de lo usual en escenarios de mayor incertidumbre, pues ha aumentado el riesgo de los activos estadounidenses, mientras que las condiciones financieras de los países emergentes han tenido una evolución más benigna, incluyendo a Chile.
“En esta línea y de acuerdo con los datos más actualizados disponibles, esta situación hasta ahora no ha generado un mayor impacto en Chile”, recalca el IPoM.
Inflación pronto a retornar a la meta
Otra de las novedades del documento es que el Banco Central prevé que la anhelada meta del 3% para la inflación está cada vez más cerca, previendo que se logrará en la primera parte del próximo año. Este es el mismo pronóstico que tenía el instituto emisor en su panorama de marzo pasado.
“Los riesgos al alza para la inflación, que se habían levantado en la primera parte del año, se han moderado. Por un lado, las expectativas de inflación a dos años plazo se han ido realineando con la meta de 3%. Por otro, no se observa que los shocks de costos de trimestres previos estén provocando efectos de segunda vuelta superiores a lo previsto”, plantea el reporte de junio.
Así, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre se revisó a la baja levemente en una décima a 3,7%, mientras que se mantuvo en 3% tanto para fines del próximo año como del 2027.
Sesgo expansivo de la tasa
El Informe de Política Monetaria profundizó en el mensaje que entregó el banco tras su reunión de este martes, cuando anticipó un sesgo más expansivo de la Tasa de Política Monetaria (TPM) hacia adelante.
“De concretarse el escenario central del IPoM de junio, en los próximos trimestres la TPM irá aproximándose a su rango de valores neutrales. Agrega que el Consejo evaluará los próximos movimientos de la TPM teniendo presente la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la convergencia inflacionaria”, recalca el IPoM.