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Ayer mencioné a 16 personas que, según juristas consultados, tienen méritos para ser parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Es importante destacar que estas personas han decidido participar en la elección para renovar el poder judicial. Aquí está la lista.
Bernardo Bátiz y VázquezRafael Guerra ÁlvarezFabiana Estrada TenaMónica Arcelia Güicho GonzálezJaime Cárdenas GraciaMagda Zulema Mosri GutiérrezMaría Estela Ríos GonzálezEdgar Corzo SosaNatalia Téllez Torres OrozcoAlfonso Guati Rojo SánchezKarla Michel Salas RamírezUlrich RitcherFederico Anaya GallardoGiovanni Figueroa MejíaJesús George ZamoraEstela Fuentes Jiménez
En mi artículo anterior mencioné que las favoritas en la elección para integrar la Suprema Corte de Justicia de la Nación son las tres ministras en funciones que participarán: Loretta Ortiz Ahlf, Yasmín Esquivel Mossa y Lenia Batres Guadarrama.
Quiero aclarar que no dije que votaría por ellas —tal vez por Loretta sí, ya que la considero una mujer de principios; nunca lo haría por Yasmín y Lenia, pues considero que la segunda se deja llevar por la ideología en sus análisis y la primera cometió dos graves faltas: plagiar dos tesis universitarias—.
Enseguida explico por qué afirmo que las tres ministras llevan ventaja: sus nombres son mucho más conocidos que los de los demás aspirantes al cargo de ministro o ministra. En las elecciones, al igual que en el marketing, se vota o se compra lo que se conoce.
Me aventuro a pensar que Lenia Batres ganará la elección para la SCJN. Gracias a su hermano Martí, el apellido Batres tiene un peso considerable en el sistema político dominante, el de la 4T. Además, por su populismo —se autodenomina la ministra del pueblo— creo que las estructuras de Morena la apoyarán.
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Por lo tanto, después de la elección judicial, Lenia Batres se convertirá en la segunda presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Si pudiera pedirle algo a la ministra Lenia, sería que una vez en el cargo, deje de lado el populismo y la ideología y se acerque más a las leyes.
En mi columna de ayer mencioné que tienen un gran nivel profesional una ministra y dos ministros que pronto dejarán la corte suprema, Margarita Ríos Farjat, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Alberto Pérez Dayán. Lenia podría acercarse a Margarita, a Juan Luis y a Alberto en estos meses para comprender mejor la labor de juzgar basada en la sabiduría acumulada en más de dos mil años de derecho y no en convicciones políticas. A la ministra Batres le dejo este consejo de buena fe.
Juristas que conozco añadieron tres nombres a la lista de 16 personas con capacidad para estar en la SCJN:
√ Guillermo Valls Esponda: Magistrado presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa desde 2023. Es egresado de la Universidad Iberoamericana, maestro en derecho por la Universidad de Boston y cuenta con especialidades en derecho administrativo y amparo por la Universidad Panamericana.
√ Rosa Elena González Tirado: Exconsejera en el Consejo de la Judicatura Federal. Es licenciada en derecho por la UNAM y cuenta con la maestría en derecho y la especialidad en derecho constitucional y administrativo. Ha sido asesora jurídica de la UNAM.
√ Gilberto Higuera Bernal: Es fiscal general de Puebla y fue subprocurador general de la república. Es licenciado en derecho por la Universidad Autónoma de Sinaloa y maestro en derecho constitucional y administrativo, así como doctor en derecho por la UNAM.
De las 19 personas con méritos para la corte suprema —no calificadas por mí, reitero, sino por especialistas—, 8 son mujeres, lo que representa el 42%:
Fabiana Estrada TenaMónica Arcelia Güicho GonzálezMagda Zulema Mosri GutiérrezMaría Estela Ríos GonzálezNatalia Téllez Torres OrozcoKarla Michel Salas RamírezEstela Fuentes JiménezRosa Elena González Tirado
Si estas 19 personas obtuvieran la mayoría de votos en la elección judicial —después de las tres ministras que tienen ventaja—, las ocho mujeres mencionadas estarían compitiendo por dos espacios en la SCJN. De acuerdo con la ley, la nueva corte estará conformada por cinco ministras y cuatro ministros.
No es del todo justo que compitan personas con acceso total a los medios de comunicación, como las ministras candidatas. Pero así son las cosas. Esperemos que el experimento sea exitoso.
Por cierto, la elección de jueces, juezas, magistrados y magistradas será mucho más complicada, ya que, a diferencia de los ministros y ministras, deberían ser seleccionados por sus capacidades técnicas y no por decisión popular en las urnas de votación.
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