Un nuevo caso de crueldad extrema sacude a Chiclayo. Sergio Dennis Fernández Ruiz, un humilde reciclador de 34 años, fue brutalmente asesinado por presuntos miembros de la organización criminal “Los Malditos del Tren de Aragua”, grupo delictivo de origen venezolano que habría operado en complicidad con compatriotas suyos.
El crimen, ocurrido el pasado 10 de junio, ha desatado indignación, luego de revelarse que los secuestradores obligaron a la víctima a llamar a su madre y exigirle S/20,000 como rescate para salvar su vida.
Sin embargo, señaló que cesará los ataques si Israel también lo hace.
De acuerdo con las investigaciones, el joven fue engañado por Génesis del Valle Brito Rodríguez, con quien mantenía una relación sentimental. Según una de las hipótesis policías, la mujer —que brindaba servicios sexuales— habría sido utilizada como señuelo para llevar al reciclador hasta un inmueble del distrito de José Leonardo Ortiz, donde fue retenido y torturado.
El caso fue priorizado por los agentes de la División de Investigación Criminal (Divincri), quienes, tras una intensa labor de geolocalización y análisis de cámaras de seguridad, lograron capturar a siete presuntos implicados, entre ellos Yair Moisés Sánchez (‘Loco Moy’), Elvis Vega (‘Chiwiu’), Yohannys Brito (‘Yay’), Keiver Camacaro (‘Camacaro’), Tito Gonzales (‘Viejo’), Jhohan Fuentes (‘Kike’) y la mencionada Génesis Brito.
Durante el operativo, dirigido por el coronel César Díaz Jáuregui, se incautaron dos granadas de guerra activas, un revólver con municiones, marihuana y más de un kilo de clorhidrato de cocaína. Un hallazgo que revela la peligrosidad del grupo y su posible vínculo con el tráfico ilícito de drogas y crimen organizado.
Uno de los detenidos, Jhohan Fuentes, confesó haber participado en el traslado de la víctima y aseguró que el autor material del crimen fue un sujeto identificado como “Muchacho”, quien asfixió a Fernández antes de introducirlo en una maleta y desechar su cuerpo en una zona de cañaverales en el sector Casa de Madera, Pomalca.
Las autoridades confirmaron que el cadáver fue hallado en posición fetal, maniatado y con un trapo en el rostro, en avanzado estado de descomposición. La madre de la víctima, Clorinda Ruiz, recibió videos y mensajes donde su hijo rogaba por su vida.
Además, se investiga el rol de un cabecilla conocido como “Kevin Chiclayo”, quien habría ordenado el crimen y controlado el accionar del grupo mediante amenazas. Este personaje, aún prófugo, habría coordinado desde la clandestinidad el secuestro, asesinato y disposición del cuerpo.
