Los retos de Fidji Simo, la nueva CEO de aplicaciones de OpenAI

Con su nuevo rol de liderazgo en OpenAI, se espera que Fidji Simo aplique todo lo que ha aprendido sobre cómo construir lealtad del cliente, y cómo navegar dramas internos.

Quienes conocen a Simo, de 39 años, atribuyen su éxito en la industria a su intensa ambición, astucia política e instintos de consumo. Simo ascendió en los rangos de Meta Platforms Inc. hasta dirigir Facebook. Más tarde, como CEO de Instacart, transformó el negocio de entrega de comestibles de una startup que perdía dinero a una empresa pública rentable y en crecimiento.

Como nueva CEO de aplicaciones de OpenAI, tendrá varios ejecutivos que le reportarán directamente a ella, quienes antes reportaban al CEO Sam Altman, lo que potencialmente podría causar tensiones si la capa adicional de gestión se percibe como una degradación. Altman seguirá a cargo, pero enfocará su atención en la estrategia general, dijo la empresa el miércoles.

Una feroz competencia

A Simo se le encomendará ampliar el exitoso chatbot de OpenAI, ChatGPT, en una especie de navaja suiza de software de inteligencia artificial que impida a los usuarios cambiarse a rivales como Anthropic, Google y xAI de Elon Musk. En el ferozmente competitivo mundo de los modelos de lenguaje de gran tamaño, los creadores de chatbots están constantemente tratando de superarse con software más poderoso. Y ella tendrá que hacerlo en medio de una relación tensa con el principal inversionista Microsoft Corp., una batalla de larga data con el cofundador de OpenAI Elon Musk, y una expansión extremadamente costosa de centros de datos globales que depende del apoyo político.

“Si las cosas ya van bien, será una aceleración. Si hay cosas que arreglar, ella las arreglará”, dijo Vijaye Raji, fundador y CEO de Statsig, quien trabajó con Simo durante años como exvicepresidente y jefe de entretenimiento en Facebook. “Ella no se andará con rodeos. Actuará, y actúa con decisión”.

En OpenAI, como en Instacart, Simo tenía un asiento en el directorio y aprendió sobre el negocio antes de incorporarse a los rangos de liderazgo. “Fidji es una de las líderes más notables con las que he tenido el privilegio de trabajar, y personalmente he visto su compromiso con nuestra misión en la sala de juntas durante el último año”, dijo Bret Taylor, presidente de OpenAI, en una publicación en la red social X la noche del miércoles.

LEAR  Silvia Pinal obsequió a Norma Lazareno un regalo como muestra de su amistad.

Su ascenso vino acompañado de efusivos respaldos en redes sociales por parte de sus nuevos subordinados directos, pero puede que no todos estén contentos con estar un grado más alejados de la cima. El director de operaciones Brad Lightcap ha reportado directamente a Altman durante años, mientras que el director de producto Kevin Weil y la directora financiera Sarah Friar fueron contratados para ser parte del equipo de liderazgo de más alto nivel.

Simo tendrá que suavizar cualquier disenso para enfocarse en respaldar la trayectoria de la compañía, que persigue un ambicioso -y potencialmente transformador- objetivo: construir inteligencia artificial general, o software capaz de encargarse de todo tipo de tareas que hoy en día suelen realizar los humanos.

Como señaló el miembro del directorio de Instacart, Michael Moritz, en una entrevista con Bloomberg en 2022, “escoger al líder para los próximos 10 años es fácil de hacer mal”.

Cuando Simo asumió el mando de Instacart en 2021, estaba en una encrucijada crítica. La pandemia había catapultado a la startup de entrega de comestibles a una valoración de US$ 39 mil millones, pero la realidad se imponía a medida que se levantaban los confinamientos. La expansión de operaciones a toda velocidad había sacudido a la empresa hasta sus cimientos: los minoristas se mostraban recelosos de que Instacart les quitara clientes y dinero publicitario, los repartidores estaban cada vez más insatisfechos, y la competencia de Uber, DoorDash y Amazon generaba dudas sobre su fortaleza en el mercado.

Pero bajo el liderazgo de Simo, Instacart pasó de perder dinero, con caídas de dos dígitos en crecimiento, a convertirse en una empresa rentable. Hizo adquisiciones, cambió su enfoque para ser más una empresa de tecnología para supermercados que solo una de entrega, y realizó una oferta pública inicial.

OpenAI, por su parte, ha experimentado un crecimiento acelerado desde el lanzamiento de ChatGPT a finales de 2022, un éxito inesperado que dio inicio a un auge internacional de la llamada IA generativa. Desde entonces, ha lanzado una serie de modelos de IA capaces de hacer cosas como imitar el razonamiento humano y generar imágenes y videos realistas, y su chatbot sigue siendo increíblemente popular, con 500 millones de usuarios activos.

LEAR  Estos establecimientos fingieron promociones y Profeco los descubrió.

La compañía cerró recientemente una ronda de financiamiento que aporta US$ 40 mil millones de SoftBank Group Corp. y otros inversionistas, alcanzando una valoración de US$ 300 mil millones, incluyendo el dinero recaudado. Y planea hacer su mayor adquisición hasta la fecha, habiendo acordado pagar US$ 3 mil millones por el asistente de código de IA Windsurf.

Sin embargo, también ha enfrentado una serie de desafíos mientras busca expandir su negocio. Ha sido sacudida por la salida de muchos ejecutivos de alto perfil y recientemente tuvo que reducir sus planes de convertirse en una entidad con fines de lucro tras la oposición pública de ex empleados, académicos y rivales, incluido Elon Musk.

El esfuerzo de reestructuración de la compañía aún no ha recibido el visto bueno de Microsoft. Y, por supuesto, con la inteligencia artificial, las apuestas son más altas que con la entrega de comestibles, ya que la tecnología se está utilizando cada vez más para automatizar todo tipo de tareas, con el potencial de ayudar o dañar a las personas en todo el mundo, dependiendo de cómo se utilice.

Carrera con rápido ascenso

Simo aporta una trayectoria distintiva a su nuevo rol, que asumirá en los próximos meses tras elegir a su sucesor en Instacart.

Nacida y criada en la ciudad portuaria francesa de Sète, Simo es hija, nieta y bisnieta de pescadores, y fue la primera en su familia en asistir a la escuela secundaria y a la universidad. La carrera de Simo ha estado marcada por un rápido ascenso a través de algunos de los entornos más competitivos de Silicon Valley, durante momentos clave y, a veces, desafiantes para la tecnología y el mundo en general.

Antes de unirse a Instacart, pasó una década en Facebook de Meta donde, según excolegas, ascendió más rápido que nadie en la empresa, supervisando finalmente a más de 6.000 empleados en 25 productos como jefa de la aplicación de Facebook.

La etapa de Simo en Facebook -que acuñó el mantra tecnológico de los años 2010 de “mueve rápido y rompe cosas”- también estuvo marcada por una serie de controversias que afectaron a la red social que tenía a su cargo. Desde Cambridge Analytica hasta su papel en la propagación de desinformación, las redes sociales tuvieron consecuencias no intencionadas que Simo no había previsto.

LEAR  Mascherano escuchará la opinión de Messi antes de enfrentar la nueva temporada con Inter Miami en la MLS

Sin embargo, Simo fue la mente detrás de algunas de las mayores apuestas del gigante de las redes sociales y se destacó al liderar proyectos que inicialmente parecían destinados al fracaso. Simo lanzó el producto de video de Facebook, que había generado escepticismo por parte del entonces director de tecnología de Meta, Andrew Bosworth, y lo convirtió en una máquina de compras personalizada.

“Ella me demostró que estaba equivocado”, dijo Bosworth en una entrevista con Bloomberg en 2022. Atribuyó su rápido ascenso en la empresa a su capacidad para ganarse la confianza de colegas y socios. “Es increíblemente empática y en tecnología eso puede ser muy raro. Eso marca una gran diferencia”, dijo Bosworth. Compañeros dicen que fue esa cualidad la que ayudó a Simo a reimaginar cómo los anunciantes podían llegar a los consumidores y generar miles de millones con ellos.

En otra apuesta audaz, en Instacart en 2022, Simo recortó la valoración de la empresa en casi un 40%. Fue un movimiento dramático para una startup en etapa avanzada que se había convertido en una de las compañías más valiosas de Silicon Valley y se preparaba para salir a bolsa. La decisión no fue popular entre los empleados y parecía enviar el mensaje de que las perspectivas estaban decayendo. Pero Simo insistió en que era necesario recalibrar ante el mercado volátil que sacudía a las acciones tecnológicas en ese momento.

La empresa comenzó a cotizar en bolsa en septiembre de 2023; su acción ha subido casi un 43% en el año y medio desde entonces.

“No soy la tipo de líder que le gusta enterrar la cabeza en la arena”, dijo en una entrevista en mayo de 2022. “Decisiones como esa siempre van a ser difíciles. Estoy realmente enfocada en hacer lo correcto, sea popular o no”.

Deja un comentario