El maestro Luis Alva deja un legado eterno en la ópera mundial
El renombrado tenor peruano Luis Ernesto Alva y Talledo falleció a los 98 años en Milán, Italia, donde residía junto a su esposa y donde desarrolló gran parte de su carrera artística.
Su partida fue confirmada por el Rossini Opera Festival (ROF), con el cual mantenía una estrecha relación y donde dejó una huella imborrable.
El Perú y el mundo de la lírica están de luto por la pérdida de este icono eterno.
Nacido en Paita, Piura, en 1927, Luis Alva hizo su debut en Lima en 1949 con la zarzuela “Luisa Fernanda”.
En 1953 se trasladó a Milán para perfeccionar su técnica vocal.
Su consagración llegó en 1956 cuando interpretó el papel del Conde Almaviva en “El barbero de Sevilla” en el mítico Teatro alla Scala de Milán, deslumbrando al público europeo.
Recorrió los escenarios más prestigiosos del mundo como Viena, el Covent Garden, el Teatro Colón de Buenos Aires y el Bolshói. Fue admirado por su dominio del repertorio de Mozart y Rossini.
Compartió escenario con grandes figuras como María Callas y participó en festivales de renombre como Edimburgo, Aix-en-Provence y Glyndebourne.
Además, fue un formador y promotor del talento lírico peruano. En 1980 fundó la Asociación Prolírica del Perú, donde apoyó a jóvenes artistas y fue fundamental para que Luciano Pavarotti ofreciera un concierto histórico en Lima en 1995.
Tanto Juan Diego Flórez como el Ministerio de Cultura lamentaron profundamente su partida.
“Luis Alva llevó el nombre del Perú al mundo y vivirá en cada nota que dejó”, expresaron.