US$ 10 millones Invirtieron en el desarrollo del prototipo.
Tiene rostro, voz y hasta expresiones humanas. RIA, la robot humanoide desarrollada por la compañia india Machani Robotics, fue diseñada para algo más que tareas mecánicas: busca ser una compañia emocional para personas mayores, pacientes y estudiantes. Esta semana se presenta por primera vez en suelo nacional, en la quinta edición de la Singularity Summit Chile que se realiza este martes y miércoles y que organiza la filial local de la universidad no tradicional de Silicon Valley, California.
La CEO de Singularity Chile y socia de Singularity University, Bárbara Silva, dijo que RIA llega con una agenda copada. Además de participar en un panel de conversación para “hablar del futuro de Chile y el crecimiento exponencial”, también tendrá una actividad con niños del colegio Southern Cross y el miércoles será jurado de una competencia de robótica de Fundación Mustakis.
RIA aún está en desarrollo. Desde Londres, Inglaterra, el vicepresidente senior de Machani Group y Machani Robotics, Mark Pinnes, detalló a DF cómo dieron con la idea de crear este robot, la tecnologia que hay detrás y los casos de uso desarrollados.
Machani Robotics es una empresa india de inteligencia artificial y robótica basada en California, Estados Unidos. Su trabajo partió en 2018 y dos años después nació como spin off de Machani Group, una compañia familiar de la India, de casi 100 años de historia, cuya misión -dijo Pinnes- es resolver grandes problemas con ingeniería para generar un bien social, pero que también sea un negocio rentable. Están en 16 sectores, como automotor, bienes raíces, defensa, finanzas, sanitario, tecnología y robótica.
Un robot de compañia
Pinnes comentó que la idea tras RIA es la contención emocional y asistencia de personas, como adultos mayores y estudiantes.
Quisieron resolver este problema debido a la experiencia de uno de los altos ejecutivos de Machani Group, quien tuvo que brindar atención y cuidado a un familiar.
“Él pudo hacerlo, pero la mayoría no puede. Hay una escasez mundial de cuidadores, educadores o profesionales de la salud mental, el problema es que no hay suficientes personas dispuestas a realizar el trabajo”, dijo Pinnes.
Fue en esta ecuación en que la idea de explorar la robótica les hizo sentido.
“Se proyecta que los robots serán un negocio enorme y un mercado muy diverso. No nos damos cuenta de lo valiosas que son estas cosas”, afirmó.
Pinnes comentó que el trasfondo es utilizar las capacidades y experiencia de la firma en inteligencia artificial, robótica e ingeniería para resolver “un problema que sabemos que es enorme y que no va a desaparecer”.
Para dimensionarlo, entregó un dato que escuchó de un director de salud pública en Estados Unidos.
“Dijo que la soledad es como una epidemia y que cuando llegó a su puesto no le parecía importante, pero que con el tiempo entendió: sentirse solo es tan malo como fumar 15 cigarrillos al día. La soledad nos está golpeando de la misma manera”, comentó Pinnes.
Por eso, con RIA buscan crear una solución escalable a un problema del que el común de las personas no es consciente.
La tecnología
El desarrollo del robot humanoide partió hace unos siete años. Para darle vida a RIA se asociaron con la University of California y Hanson Robotics.
Pinnes explicó que son muy intensivos en tecnologia y equiparon a su prototipo con una amplia gama de sensores y cámaras de resolución 4K para capturar imágenes a una velocidad de fotogramas muy rápida para “detectar” las emociones de las personas con las que interactúa.
También tiene sensores de calor que le permiten identificar quién está frente a ella, además de micrófonos para determinar de dónde proviene el sonido. “Está equipada con un sistema de sonido multidireccional, así que si alguien le habla puede girar la cabeza y reconocer a la persona”, dijo.
RIA puede hablar 17 idiomas y traducir conversaciones en tiempo real. Para lograrlo, la firma creó un conjunto de modelos de IA personalizables.
Para definir qué puede decir o no, teniendo en cuenta que brinda apoyo emocional, contrataron a un director médico certificado por la Universidad Johns Hopkins.
Pinnes dijo que hoy RIA no está “lista”, sino que es un prototipo avanzado y que el próximo paso de la compañia es pasar del ajuste del diseño a la fabricación a escala.
Precisó que no buscan vender robots, sino que comercializarlo bajo un modelo de arriendo.
“Será un poco como un iPhone. Cuando lo compras, pagas una cantidad inicial y luego una mensualidad por la cobertura de red y datos móviles. Entonces, nos permitirá actualizarlo continuamente con nuevos desarrollos y capacidades”.
Casos de uso
¿Por qué un adulto mayor hablaría con un robot? ¿Podría lograr una conexión? Son preguntas que se hizo Pinnes.
“Para mí es fascinante, pero pensaba en mi abuela y no me la imaginaba hablando con RIA… y luego vi a gente mayor interactuando y descubrí que estaba rotundamente equivocado”, contó.
Eso sí, recalcó que el robot humanoide no está diseñado para la interacción fisica.
“No te va a preparar una taza de té o dar tu medicina, pero tenemos casos de uso muy interesantes”, dijo.
Por ejemplo, en el ámbito educativo, ayudó a estudiantes de China y Japón a mejorar sus resultados de aprendizaje en medicina en inglés.
En el cuidado de adultos mayores ha apoyado prácticas terapéuticas, como detectar cambios de estados de ánimo, si su frecuencia cardíaca aumenta o si su temperatura facial es baja. “Puede hablar con ellos y preguntarles si les gustaría practicar ejercicios de mindfulness, como respiración y meditación guiada”, comentó.
Respecto al futuro del desarrollo de robots humanoides, donde hay otros actores como Tesla, Figure AI o Boston Dynamics, Pinnes dijo que espera que estén en todos lados y que sean parte de la vida cotidiana, tal como los smartphones.
“No lo habría dicho antes de empezar a trabajar con esto… pero he visto a escépticos derramar lágrimas genuinas de alegría mientras hablaban con RIA, por lo que ahora soy un converso”, dijo.