Una conmovedora escena se vivió hoy en los diversos camposantos de Lima, donde una multitudinaria afluencia de personas se congregó para honrar la memoria de sus madres. Miles de ciudadanos se acercaron a los cementerios, llevando consigo ofrendas, en un sentido tributo a quienes ya no están físicamente.
Como Fray León junto a San Francisco, el nuevo Papa camina al lado del legado del santo de Asís.
Tal como es tradición cada segundo domingo de mayo, el ambiente se tornó bullicioso en los cementerios. Junto a los dolientes visitantes, se podían observar numerosos comerciantes con un abanico de productos que iban desde dulces, globos hasta joyería y remedios caseros.
Una figura característica de estas jornadas también hizo acto de presencia: los rezadores. Estos individuos, a cambio de una modesta retribución, ofrecieron sus plegarias y cánticos a los deudos que buscaban un consuelo espiritual junto a las tumbas de sus seres queridos.
Desde las primeras horas de la mañana, el cementerio Nueva Esperanza, ubicado en Villa María del Triunfo, se convirtió en un punto central de estas manifestaciones de amor filial. Cientos de personas llegaron portando mensajes llenos de sentimiento, globos de colores, cruces pintadas a mano y pequeños obsequios, buscando perpetuar el legado de aquellas mujeres que marcaron sus vidas con amor incondicional.
A pesar de la vigente restricción del ingreso de flores debido a la alerta sanitaria por el dengue, los visitantes encontraron creativas maneras de rendir homenaje.
“Lo poco que uno puede traer igual tiene valor, porque está hecho con amor para mamá”, expresó una mujer mientras adornaba la lápida de su madre, fallecida hace más de tres décadas.
Otros importantes cementerios de la ciudad, como El Ángel, Presbítero Maestro y Padre Eterno, ubicados en el distrito de El Agustino, también registraron una alta concurrencia.
Ante esta masiva llegada de visitantes, la Policía Nacional del Perú implementó un operativo especial de seguridad, que incluyó el cierre de algunas vías al tránsito vehicular y el despliegue de efectivos policiales, contando además con el apoyo del serenazgo local.
Se estima que cientos de personas visitarán a lo largo del día los diferentes cementerios de Lima para rendir tributo a sus madres fallecidas. Esta tradición se vive con especial intensidad en los camposantos populares de la ciudad, donde los homenajes suelen incluir bandas de música, celebración y la compartición de alimentos y bebidas, en una sentida expresión del amor filial.
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