El exministro de Transporte de Rusia, Roman Starovoit, fue encontrado muerto este lunes pocas horas después de ser destituido por el presidente Vladimir Putin.
Según confirmó el Comité de Investigación de Rusia, el cuerpo del exfuncionario fue hallado dentro de un vehículo con una herida de bala. La principal hipótesis es suicidio.
El anuncio de su destitución fue publicado esa misma mañana en el portal oficial del Kremlin. En su lugar fue nombrado como ministro interino Andrey Nikitin. Consultado sobre los motivos del relevo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó que se debiera a una “falta de confianza”, pero no ofreció mayores detalles.
Mientras se hablaba de lo ocurrido con Starovoit, una segunda muerte se reportó en el gabinete de Putin.
Su última temporada la disputó con el Hajduk Split, poniendo fin a una carrera brillante que se extendió por casi dos décadas.
Bajo presión por crisis aérea y críticas de seguridad
Starovoit había sido gobernador de la región de Kursk, al sur de Rusia, antes de asumir como ministro de Transporte. Aunque dejó su cargo regional antes de la incursión militar ucraniana, fue objeto de críticas por fallas en la seguridad de la zona fronteriza.
La destitución se produjo en un contexto de fuerte tensión logística en Rusia.
La Agencia Federal de Transporte Aéreo reportó la cancelación de 485 vuelos, desvío de 88 y retraso de casi 1.900 durante el fin de semana y el lunes. Según el Ministerio de Defensa ruso, en ese mismo periodo se interceptaron más de 400 ataques aéreos de largo alcance provenientes de Ucrania. No se ha confirmado una relación directa entre estos hechos y la salida del ministro.
YA TIENE REEMPLAZO
Según el Comité de Investigación de Rusia, la muerte del exministro de Transporte está siendo tratada como un suicidio. Sin embargo, algunos círculos políticos en Moscú sostienen que el exfuncionario estaba a punto de enfrentar cargos por corrupción, lo que podría haber precipitado su trágico final.
De hecho, los medios aliados a Putin insisten en mencionar que las autoridades habrían abierto una causa penal contra un exministro ruso, acusado de presunta malversación de fondos públicos durante la construcción de instalaciones defensivas en una provincia del país entre los años 2022 y 2024.
De acuerdo con estos reportes, el exfuncionario habría sido detenido la noche del lunes para ser sometido a un interrogatorio preliminar. Aunque no se ha confirmado oficialmente, se especula que ya habría sido imputado formalmente por el presunto delito.
Pocas horas después de conocerse el hecho, el primer ministro Mijaíl Mishustin propuso ante la Duma Estatal el nombre de su sucesor: Andréi Nikitin, actual viceministro de Transportes. Su designación busca garantizar continuidad en la cartera mientras el país atraviesa una nueva sacudida política.
Fuentes citadas por la edición rusa de Forbes afirman que el exministro habría fallecido el domingo, pero que su muerte fue inicialmente encubierta por los servicios de seguridad del Estado. En paralelo, el canal Mash —conocido por sus vínculos con la policía— reporta que Roman Starovoit se presentó en su oficina el lunes por la mañana y dejó instrucciones precisas a sus escoltas sobre el lugar donde podían encontrar su cuerpo.
Por su parte, el diario Kommersant añade otro elemento: según su versión, el político fue interrogado la noche del domingo, horas antes de su presunto suicidio.
Segunda muerte en el Ministerio de Transportes sacude al gobierno ruso
La muerte del exministro Roman Starovoit no fue el único deceso que marcó la jornada en el Ministerio de Transportes de Rusia. Este lunes, durante una reunión oficial, también falleció de forma repentina Andréi Korneichuk, subdirector del Departamento de Administración de Propiedades de Rosavtodor.
Según fuentes cercanas a las fuerzas de seguridad rusas, Korneichuk, de 42 años, “se levantó bruscamente, se desplomó y murió en el acto”. El suceso ocurrió en medio de la conmoción generada por el fallecimiento de Starovoit, quien había sido destituido pocas horas antes y cuya muerte es investigada como un posible suicidio.
Ambos casos han encendido las alarmas en Moscú, donde sectores políticos ya especulan sobre un posible trasfondo vinculado a presuntos hechos de corrupción dentro del ministerio.
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