El ingreso al Congreso de un proyecto de ley de descarbonización acelerada para facilitar los proyectos de inversión que permitan terminar con las termoeléctricas a carbón “en el 2035 o antes” fue el anuncio en materia energética de la última Cuenta Pública Presidencial.
En conversación con DF, el ministro de Energía, Diego Pardow, destaca que en el sector todos los anuncios presidenciales realizados se han ido cumpliendo. “Tenemos una responsabilidad todos, Gobierno y oposición, de mostrar que la política es capaz de producir cambios, mejorar las cosas y en ese sentido energía es un buen ejemplo”, reflexionó, agregando que “somos un país líder en energías limpias y también es importante mostrar el lado humano detrás de ese liderazgo”.
Según explica, el plan de cierre de centrales termoeléctricas a carbón del Gobierno anterior “tiene cosas buenas y cosas difíciles de implementar”. Puntualiza que la fecha del 2040 consta en acuerdos con las empresas titulares de estos activos de generación, pero no tiene asociado ninguna herramienta regulatoria para conseguir que el calendario se vaya cumpliendo.
“Al principio el cierre de las primeras centrales fue relativamente sencillo porque eran unidades muy antiguas, que no tenían un rol que cumplir real dentro del sistema eléctrico. A medida que fuimos avanzando hacia otras centrales, nos fuimos dando cuenta de que el cierre tiene que venir aparejado con un conjunto de otras inversiones necesarias para que esto funcione y ese otro conjunto de inversiones necesarias necesitan ir al mismo tiempo del cierre, porque tiene que ser lo uno con lo otro. Y para mantener esa sincronía entre ambos procesos (…) no tenemos una herramienta regulatoria adecuad para eso, para garantizar esa sincronía”, explica.
Y recalca: “La idea es que esto sea una herramienta regulatoria, no una herramienta voluntaria, obviamente sujeto al cumplimiento de las condiciones necesarias y bajo condiciones seguras de funcionamiento del sistema eléctrico”.
Pardow destaca tres ejes de la iniciativa: claridad en la determinación de los proyectos, priorización a la hora de tramitar y entregar estos permisos con el objetivo de reducir cerca de tres años los tiempos de tramitación y además una nueva relación con las comunidades que reciben estos proyectos de inversión.
El proyecto de ley tendrá una institucionalidad específica: un comité interministerial a cargo de la descarbonización, liderado por Energía, el cual resolverá cuáles serán los proyectos que se priorizarán y las razones técnicas detrás. Es decir, “es una decisión técnica fundamentada y transparente para que desde el sector privado haya claridad en hacia dónde estamos intentando movilizar inversión y por qué”.
El único criterio de selección es que sean instrumentales al calendario de descarbonización acelerada. Pueden ser proyectos que están anunciados pero no ingresados al SEIA, que están en evaluación ambiental o incluso que ya tienen su RCA, pero no han empezado su construcción. Y si bien no hay un número ex-ante definido sobre cuántos proyectos serán priorizados, obviament -advierte Pardow- “uno no puede tener muchas prioridades en la vida”.
A su vez, Pardow añade que esta priorización tiene que venir aparejada con ciertos elementos adicionales: “Hay algunos permisos sectoriales que van a pasar a ser declaraciones juradas, el número de iteraciones en materia ambiental se va a disminuir. Y, por lo tanto, los tiempos de tramitación deberían disminuir sustancialmente”. De hecho, la autoridad adelanta: “Nosotros queremos al menos poder cortar cerca de tres años en la tramitación de este tipo de proyectos, lo que a su vez debería permitir acortar esta meta en cinco años más (de 2040 a 2035)”.
También se introducen mecanismos nuevos y adicionales para el desarrollo de proyectos comunitarios en las zonas donde estas inversiones se van a materializar.
-¿Hay algún perfil a priori de cuáles serían los proyectos más priorizados? ¿De qué segmento?
– No va a haber un solo ejercicio de priorización, habrán varios, todos los que sean necesarios. Lo que puedo anticipar es cuál es el que creo que me va a tocar realizar desde el funcionamiento del sistema eléctrico de hoy y ese obviamente va a estar seguramente liderado por proyectos de transmisión. Ahí hay un tema bien coyuntural que nos empuja hacia temas de transmisión. Pero puede ser que la siguiente priorización sea en materia de almacenamiento de larga duración o de reconversión de centrales. Esa es una prioridad que no está establecida, sino que simplemente se establece un proceso.
Porque los proyectos que hoy necesitamos para una descarbonización acelerada no necesariamente van a ser los mismos que el día de mañana se van a ver con las circunstancias de mañana. El mejor ejemplo de esto es lo que ha pasado en materia de proyectos termosolares, de concentración solar de potencia. En nuestra planificación eléctrica de largo plazo, tenía una prioridad muy grande por sobre el almacenamiento de batería. Hoy estamos viendo que eso se está revirtiendo.
– ¿Y la megalínea Kimal-Lo Aguirre de por sí uno podría advertir que debiese estar priorizado?
– Ese es un caso evidente de proyecto que debería estar dentro de ese portafolio. Y que con independencia de que esperamos que la RCA también se apruebe pronto y por lo tanto puede ser que ya tenga la RCA para cuando estemos implementando este proyecto, no lo sé, igualmente tendría sentido para el resto de tanto para los permisos como para la implementación del proyecto. En el caso de Kimal-Lo Aguirre, el efecto en la descarbonización ya está bastante medido y es bastante consensuado el efecto que tiene sobre nuestro escenario de descarbonización. Pero es un buen ejemplo de un proyecto donde creo que nadie disputaría su pertenencia a esta categoría.
– ¿Ya habían conversado con las generadoras de esto o tendrán que iniciar ahora esas conversaciones?
– Siempre hemos estado en conversaciones con los gremios. Ahora, obviamente, los anuncios presidenciales en la Cuenta Pública siempre tienen cierto embardo. Pero siempre hemos estado conversando. La mayor parte de las medidas que estamos incorporando son medidas sobradamente diagnosticadas y donde existe al menos un consenso a nivel de titulares. Ahora viene el desafío de redactar una ley que concite ese mismo consenso también.
– ¿Cómo se anclará este proyecto de ley con el trabajo de plan de descarbonización en curso?
– Hemos estado permanentemente conversando sobre descarbonización con la industria y las organizaciones de la sociedad civil en nuestro plan de descarbonización. El plan de descarbonización en su ámbito de aplicación es más extenso que el cierre de centrales o del reemplazo de centrales termoeléctricas a carbón. Pero obviamente es instrumental lo uno con lo otro. Parte de las cosas que estamos implementando, son los consensos que hemos conseguido en este tiempo.
Reforma a la distribución eléctrica
– Uno de los pendientes que probablemente quedará es una reforma a la distribución eléctrica. ¿Sigue en pie alcanzar a presentar un proyecto de ley?
– Seguimos con las mismas expectativas. Han avanzado las conversaciones y estamos más cerca de una redacción, pero todavía no estamos en condiciones de anunciar una fecha de presentación al público.
– Anunciaron una nueva fecha para convocatoria al subsidio eléctricomientras continúa el trámite del proyecto de ley. ¿Hay más certeza de que eltexto avanzará ahora?
– El compromiso es empezar a votar el miércoles de esta semana. Seguramente vamos a tener al menos una sesión más en Energía y posteriormente deberíamos tener un par de semanas más para terminar el Senado, pero salir del Senado durante junio y ojalá una comisión mixta expedita. Eso nos permitiría salir durante julio.