Por: Antero Flores-Araoz FEMIP y su cuarto de siglo

Celebración del XXV Aniversario de FEMIP

Acabamos de celebrar el XXV aniversario de la Federación Mundial de Instituciones Peruanas en el Exterior (FEMIP), iniciada y proseguida por el esfuerzo principalmente de Julio Salazar Moscoso, quien había migrado al exterior en búsqueda de otros horizontes y oportunidades que no encontraba en la patria, al igual que varios millones de peruanos.

Regresó Salazar al terruño con éxito y, con su experiencia en el extranjero de varias décadas, quiso contribuir para que nuestros compatriotas residiendo en el extranjero, mantengan vínculos con el suelo que los vio nacer, pero no solamente los económicos por las remesas monetarias, sino con el cariño y respeto a la patria, a sus costumbres, al amor a los símbolos patrios como son la bandera, el escudo y el himno, lo que pudieron los directivos de FEMIP acreditar el pasado domingo con su presencia en la Plaza de la Bandera, donde rindieron su homenaje a ella, pero al mismo tiempo el juramento de fidelidad y lealtad al Perú.

Muchísimo hay que hacer todavía en las comunidades peruanas del exterior, sobre todo para que las nuevas generaciones continúen con los vínculos con nuestra Nación, pues el correr del tiempo ayuda al desarraigo y ello no es conveniente.

Se hace necesario que en muchos más países se inauguren e instalen nuevos capítulos de FEMIP, pero al mismo tiempo que las autoridades peruanas comprendan que no basta adicionar a la Dirección Consular en nuestra Cancillería, las relaciones con las comunidades a que nos referimos, lo que si bien es formal no es real.

Se hicieron los Consejos de Consulta en el intento de integrar a los peruanos en el exterior, pero penosamente nuestros consulados no le pusieron fuerza al tema y el intento fracasó. Hoy será necesario hacer dos tareas en nuestros consulados, para generar la integración de nuestros conciudadanos que viven en el extranjero. La primera de dichas tareas es usar la tecnología digital y que los trámites consulares puedan hacerlos desde sus domicilios y que exista rápida respuesta de los consulados. La segunda es que la propia Cancillería junto al Sector Turismo y el de Cultura, preparen programas cívicos, de difusión de nuestras joyas turísticas, además de milenaria cultura, para que esos peruanos lejanos del terruño, puedan sentirse unidos al Perú y se conviertan en embajadores honorarios de nuestra patria, generando en el exterior conocimientos sobre el Perú y deseos de visitarlo, pero también respecto a las noticias del acontecer nacional, para sentirse debidamente informados.

LEAR  Charly López culpa a la cámara por verse tan mal en un video.

Lo expresado no es costoso, solo se requiere de vocación de servicio, y los programas que se hagan desde nuestro territorio, los difundan nuestros cónsules a los correos electrónicos de los conciudadanos registrados en sus despachos, pero también para que los tengan colgados en las páginas web de los consulados. Facilísimo señores cónsules, de seguro no se herniarán en el intento.

Necesitamos otros Julio Salazar, por supuesto que sí, pues con su ejemplo, empuje y tesón, sigan en la gran tarea de unir a los peruanos que salieron al exterior y, que perdure en las nuevas generaciones el amor a la patria de sus antepasados que también es la suya.