El turismo de panaderías, también conocido como “Bakery Tourism”, es una tendencia en la que las personas viajan para disfrutar de la repostería y los productos de panadería locales. El pan, los pasteles y los dulces tradicionales se convierten en atractivos turísticos para aquellos que buscan deleitar su paladar.
Carlos Prego, en un artículo para Xataca, destaca que en ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Oviedo o Vigo es fácil encontrar lugares donde comprar una variedad de productos de panadería a poca distancia. Ya sea en las pastelerías locales, supermercados o cadenas internacionales como Starbucks o Dunkin, la oferta de pan y dulces es abundante.
El enoturismo, el beer-tourism y el turismo gastronómico en general han sido populares durante años y representan un negocio millonario. Según datos de Turespaña, en el año 2022 los turistas que visitaron España gastaron alrededor de 22.700 millones de euros en actividades eno-gastronómicas, convirtiéndose en una de las principales fuentes de ingresos del sector turístico. Dentro de este segmento, el turismo de panaderías y pastelerías artesanales ha ido ganando protagonismo.
Los viajeros buscan experiencias culinarias únicas, guiados por redes sociales como Instagram o TikTok, así como por guías especializadas y recomendaciones de otros viajeros. La repostería tradicional, con productos como el pan especial, brioche, babka, croissant, pain au chocolat o bollo de canela, se convierte en un imán para aquellos que buscan sabores auténticos y locales.
Medios como The Guardian han destacado el creciente interés por el “bakery tourism”, citando casos de viajeros que recorren largas distancias para probar panes y dulces especiales. Desde Edimburgo hasta Corea del Sur, el turismo enfocado en la repostería ha ganado popularidad y ha generado rutas y guías especializadas para los amantes de la buena comida.
En países como Portugal, Marruecos, Japón, Estados Unidos, Turquía, Alemania o Argentina, el pan y la repostería local también se han convertido en atractivos turísticos. Las pastelerías y panaderías artesanales, al igual que las bodegas de vino y los restaurantes de alta cocina, atraen a viajeros en busca de experiencias gastronómicas auténticas.
En definitiva, el turismo de panaderías y pastelerías se ha consolidado como una opción atractiva para aquellos que desean explorar la cultura culinaria de un destino a través de sus sabores tradicionales. Desde pequeñas panaderías locales hasta icónicos establecimientos de renombre, el “bakery tourism” ofrece una experiencia única para los amantes de la buena comida.