Remesas de peruanos en EE. UU.
Del millón de peruanos que viven en los Estados Unidos, se señala que envían al Perú US$ 5,000 millones en el 2024, la mitad desde el país del norte. En segundo lugar, se ubica España, seguido por Chile.
Entre el 2010 y el 2019 cerca de 900 mil hogares peruanos recibieron remesas y la mitad no eran economícamente activas, es decir, eran estudiantes, jubilados o amas de casa.
Se dice que 300 mil son ilegales.
El año pasado se transfirieron unos 160.000 millones de dólares de Estados Unidos a familias latinoamericanas, pero ahora, parte de esta suma podría gravarse con un impuesto.
Los republicanos han propuesto un impuesto del cinco por ciento a los envíos de dinero, cosa que ha desagrado a la presidente de México, Claudia Sheinbaum, quien ha dicho que no se puede gravar dos veces a quienes ya pagan impuestos.
El informe anual del Departamento de Migración del Banco Interamericano de Desarrollo señala que, en 2024, el volumen total de remesas desde EE. UU. a países de América Latina y el Caribe ronda los 160.900 millones de dólares, lo que supone un aumento de 7.700 millones respecto del año anterior.
Los mayores receptores son México (64.700 millones de dólares) y Guatemala (21.500 millones de dólares).
En el 2024 estas remesas representaban alrededor del 20 por ciento del PBI en Guatemala. En Nicaragua, el 27 por ciento, en Honduras, el 26 por ciento, en El Salvador, el 24 por ciento, en Haití, el 20 por ciento y, en Jamaica, el 19 por ciento.
Las remesas alivian las limitaciones presupuestarias de millones de hogares receptores y reducen sus niveles de pobreza. Les permiten disfrutar de un mayor nivel de vida y contribuyen a financiar gastos en bienes de consumo, educación, sanidad, vivienda y, en algunos casos, inversiones en negocios familiares. Hay en los EEUU quienes no quieren que los inmigrantes irregulares transfieran dinero al extranjero.
Se señala que el impuesto sólo se aplicaría a los inmigrantes que no son ciudadanos estadounidenses.
El impuesto a las remesas podría llevar a que los envíos se realicen de manera informal a través de mensajeros o mediante transferencias digitales a través de criptoactivos.
Y se cree que con las detenciones de migrantes latinoamericanos en EE. UU. y al flujo constante de malas noticias para los hispanoamericanos, crece la presión de este grupo de votantes sobre los políticos republicanos que se presentan a las elecciones de mitad de mandato, en noviembre de 2026.
En las elecciones de medio término (midterm elections) se reelige cada dos años la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. En las últimas elecciones presidenciales de 2024, un número significativamente mayor de latinos que en 2020 votó a los republicanos y a Donald Trump.
En bastiones como Florida, algunos de ellos se sienten ahora traicionados por el partido. La presidenta mexicana Sheinbaum ha hecho un llamamiento expreso a los mexicanos residentes en EE. UU. para que se quejen ante sus políticos locales.
La presión, al parecer, ha llegado a los despachos de uno o dos diputados, que han logrado frenar el primer impulso dado a la propuesta por parte del bando de Trump. Pero aún no se puede cantar victoria, ya que la iniciativa no está en absoluto descartada.
En rigor, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el megaproyecto de ley presupuestario del presidente Donald Trump, que incluye un impuesto a las remesas del 3,5%, en vez del 5% previsto inicialmente.
El texto pasará ahora al Senado, donde los republicanos tienen la intención de hacer importantes cambios, que podrían afectar a estas transferencias de dinero de los migrantes a sus familias o comunidades.
Pese a que los congresistas rebajaron del 5 al 3,5% el impuesto previsto a las remesas, de aprobarse, asesta un golpe a los bolsillos de los migrantes.