Lo de las píldoras, es una metáfora en aceptar una verdad potencialmente desagradable pero real y ello es la píldora roja. Permanecer en ignorancia cómoda y dichosa es la píldora azul.
Robert Shimsley comentarista político , jefe y editor ejecutivo del Financial Times , señala que en la interesante película Matrix, se le ofrece al héroe elegir entre una píldora roja que le revelará la incómoda realidad de su existencia y una azul que le permitirá seguir creyendo en el mundo ilusorio y familiar que ha experimentado hasta ese momento.
La azul está diseñada para permitirte continuar con la vida que tenías.
Pero la metáfora es especialmente popular entre los libertarios, los teóricos de la conspiración y ciertos movimientos políticos que la usan para sugerir que la gente necesita tomar la “píldora roja” para ver su versión de la realidad.
El debate entre las píldoras, es que la roja en realidad no existe y por ende no puede exponer nada excepto su credulidad.
Pero ello implica que el mundo de la píldora azul es falso.
Así que creer en la píldora roja básicamente significa que ya la has tomado aunque no puedes porque no existe.
Por el contrario, tomar la píldora azul, que pretende ser una metáfora de la elección de la feliz ignorancia, te permite seguir creyendo que no existe una píldora roja que revele los misterios ocultos del mundo, lo cual es confuso porque no la hay.
Así que la píldora roja es realmente azul y la píldora azul es realmente roja.
Además, si ambas píldoras sólo pueden existir si el mundo en el que creemos estar tampoco existe, ¿en qué farmacia puedes conseguirlas?
Pero más allá de eso: ¿Quieres la dura verdad o la existencia cómoda?
Cada uno tiene beneficios.
Los que toman la píldora roja se sienten dueños de un conocimiento secreto y por eso disfrutan siendo fantásticamente condescendientes con cualquiera con quien no estén de acuerdo y que, por definición, debe estar tomando la píldora azul.
Los partidarios de la píldora azul no creen que sean partidarios de la píldora azul porque no creen en la cuestión de la píldora roja y azul, por lo que menosprecian a los partidarios de la píldora roja.
La metáfora de la píldora roja es especialmente popular entre aquellos con mentalidad más conspirativa, que quieren despertar al mundo y luchar contra la horrible realidad de alguna forma de gobierno socialdemócrata, posiblemente dirigido en secreto por Bill Gates y que utiliza las vacunas de Covid para controlar nuestras mentes.
Toma la píldora roja y todo tendrá sentido porque todo lo que no te ha funcionado ya no es tu culpa.
Tomar la píldora azul es mucho más fácil.
Puedes seguir disfrutando de la vida. Pero corres el riesgo de que el sistema, del que prefieres ignorar, te tome el pelo.
Nada de esto importaría mucho si no fuera por el hecho de que el país más poderoso del mundo está ahora básicamente en manos de los red-pillers (aunque son curiosamente crédulos respecto de las criptomonedas y las intenciones de los titanes tecnológicos).
Pero el principio se aplica a prácticamente cualquier perspectiva que tenga como núcleo la creencia en los iluminados y los no iluminados.
Tal vez la solución ideal sea seguir el modelo de los medicamentos para bajar de peso y las microdosis de píldoras rojas, tomando sólo lo suficiente para volverte un poco más escéptico, pero no tanto como para perder todo tu músculo intelectual y andar con los restos de tu intelecto colgando como pliegues de piel.
Así que sí, tal vez una microdosis de la píldora roja.
Pero no tomes tanto que empieces a creer que existe.
