El 2016, Perú será escenario de nuevas elecciones generales y las 43 organizaciones políticas inscritas, al convocarse el proceso eleccionario en abril pasado, ya han iniciado sus trabajos partidarios para elegir a sus representantes al Gobierno Nacional, inicialmente. Luego, se abocarán a la selección de sus candidatos a los gobiernos subnacionales (regionales, provinciales y distritales).
Veamos los preparativos para elegir a las planchas presidenciales y posteriormente a los candidatos a senadores y diputados. En el caso de la plancha presidencial, se deben realizar elecciones primarias y para ello están buscando o nombrando sus precandidatos, quienes antes de las primarias deberán ser inscritos en la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), que supervisará estos comicios. Es necesario anotar que mientras estos no estén inscritos en el órgano electoral sólo serán candidatos extraoficiales, de palabra, y el número de ellos puede variar hasta el último día que señale la ONPE para las primarias. Luego de inscritos o paralelamente deberán decidir cómo será el sistema de votación para su elección. El debate está entre si se opta por la de un militante un voto o por delegados (la más usual). Un proceso necesario será la evaluación de posibles acuerdos hasta el mes de junio y podrán hacerse con precandidatos elegidos o sin ellos para tener una mayor flexibilidad en las negociaciones de una posible alianza partidaria.
Es necesario recalcar que los partidos de acuerdo a sus semejanzas ideológicas están promoviendo alianzas, pero todo parece indicar que por la idiosincrasia de los peruanos. muy contrarios a la asociatividad, están lejanas de concretarse.
Una vez elegidas las planchas, lo usual es que el Candidato Presidencial tome las riendas del partido y comience la selección de los diputados y senadores, así como también su ubicación en las listas, teniendo presente la atracción de votantes que cada seleccionado pueda tener y contribuya en parte para que el candidato presidencial logre la mayor cantidad de votos que a su vez recíprocamente beneficie a los postulantes al Congreso, ya que el Presidente es el que jala la carreta y por el número de votos que consiga logrará curules para su partido. Se han visto casos de candidatos que obtienen la más alta votación en su región, sin embargo como su candidato a presidente no logró curules se quedan en el camino.
Para el proceso del año 2026, al presentarse una gran cantidad de organizaciones políticas y de no concretarse alianzas, los partidos que ocupen los primeros lugares podrían alcanzar porcentajes de un dígito y excepcionalmente dos dígitos y como los congresistas se eligen en primera vuelta tendremos un Poder Legislativo fragmentado al máximo y es por eso que debemos elegir un presidente que pueda ser un imán y consiga conciliar con los nuevos legisladores para obtener consensos en el Congreso y poder aprobar leyes que le permitan solucionar los grandes problemas del pais.
Finalmente, de acuerdo a lo señalado líneas arriba, las primarias serán fundamentales para que los partidos puedan ofrecer al electorado candidatos en las planchas y en el Congreso que tengan los atributos de conciliadores para que el Ejecutivo y el Legislativo puedan ponerse de acuerdo y conducir con éxito un país fragmentado políticamente. Como dijo el Presidente del Consejo de Ministros y ministro de Economía, Juan Carlos Hurtado Miller, el 8 de agosto de 1990, anunciando el denominado «fujishock»: «Que Dios nos ayude».
Reflexión: ”No por mucho madrugar amanece más temprano y camarón que se duerme la corriente se los lleva». Bueno, si la corriente no se lo lleva, amanecerá como platillo en un chifa.
(*) Expresidente del Consejo de Ministros