Una madre de familia denunció la profanación de la tumba de su hijo, Jairo Espinoza Huamaní, un joven hincha de Alianza Lima que fue asesinado el pasado 10 de julio en Villa María del Triunfo.
Esta medida tiene como objetivo sentar un precedente y asegurar que los eventos realizados en el distrito se adhieran a los estándares de respeto y dignidad.
Según la mujer, horas después de su entierro, realizado el domingo 13, en el cementerio Nueva Esperanza, sujetos no identificados forzaron el nicho, destruyeron el ataúd y robaron pertenencias personales, incluida la camiseta del club con la que había sido sepultado.
La madre del fallecido narró -con infinita tristeza- que la familia se enteró del ataque la misma noche del sepelio, gracias a diversas publicaciones en redes sociales sobre el lamentable hecho.
“Nos llamaron como a las 11:00pm. Nos dijeron que los chicos habían publicado que vayan a recoger el cuerpo del hijo porque estaba todo tirado en el suelo. Fui y encontramos a mi hijo ahí, todo bajo, todo su cajón roto”, relató para Latina Noticias.
Jairo, de 28 años, trabajaba como mototaxista en el distrito. El crimen ocurrió el jueves 10, cuando una mujer abordó su vehículo y lo llevó al asentamiento humano Las Torres de Melgar, una zona conocida por la violencia entre barristas.
Según la versión de la madre, al llegar al lugar, dos autos esperaban. De ellos descendieron varios sujetos que comenzaron a disparar contra Jairo.
La familia sostiene que el joven había sido perseguido y fotografiado días antes por presuntos barristas de Universitario de Deportes. Hasta el momento, las autoridades han detenido a dos personas identificadas por la madre como Kenji y Saico Huamaní Velásquez, presuntos integrantes de la barra rival y sospechosos del ataque.
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