Hay situaciones que realmente sorprenden, como la presencia de individuos como Ortega, Maduro, Lula da Silva, Evo Morales y otros izquierdistas vinculados al narcotráfico, como Diosdado, el número 2 de Maduro, y en Perú el cuestionable Castillo, quien se burló de niños con cáncer. También está la presidenta actual, Doña Dina, quien ha causado controversia por sus lujos y cirugías, así como por incidentes como la montada en jeep durante un desfile militar. Además, se ha decretado estados de emergencia en Lima y Callao, así como un “Cuarto de Guerra” permanente contra la delincuencia, a pesar de la baja aceptación en encuestas y la falta de comunicación con la prensa.
La presidenta lee discursos con grandilocuencia y gestos exagerados, pero sin convencer a nadie. Un incidente con el teleprompter la dejó muda en una presentación, lo que generó críticas. Un periodista sugirió que convoque a una conferencia de prensa abierta para responder a interrogantes, pero parece reticente a hacerlo. Se cuestiona su actuar y se especula sobre qué otras controversias podría generar en el futuro.
En resumen, la situación política actual está marcada por figuras polémicas y decisiones cuestionables que generan descontento e incertidumbre en la población.