Las construcciones de una carretera en la provincia de Cajatambo están causando daños al camino inca y al espacio arqueológico de Tambomarca. El arqueólogo Edwin Rivera ha denunciado a la Municipalidad Provincial de Cajatambo por estos actos.
Según las declaraciones de Rivera, la maquinaria pesada estaría destruyendo partes del Qhapaq Ñan, a pesar de que cuenta con una delimitación iniciada en el 2004 y reconocida por el Ministerio de Cultura desde el año 2011. Rivera afirma que la creación de la carretera, que pretendía unir la ciudad de Cajatambo con el sector de Rapay, está ignorando todas las normas de protección del patrimonio cultural. Además, señala que hace 13 años, el Ministerio de Cultura resolvió la ejecución de un proyecto para delimitar el camino inca restante. Aunque reconoce que la obra beneficiaría el desarrollo de la zona, considera que no era necesario destruir un pueblo y su valor patrimonial.
Los sujetos intimidan a los agricultores para que no se interpongan en su camino y han llegado fines de semana para aplanar el terreno, sin importarles los restos arqueológicos en la zona.
La destrucción ha generado la apertura de una trocha carrozable para mover la maquinaria entre los muros prehispánicos, acción llevada a cabo por la municipalidad de Cajatambo, la cual, según Rivera, no tiene un proyecto de inversión.
A pesar de que el caso se ha reportado en la Dirección General de Defensa del Patrimonio del Ministerio de Cultura, la acción aún no ha sido detenida, y Rivera ha confirmado los daños tras visitar el lugar. El arqueólogo explicó que en 2008, el alcalde de Cajatambo, Miguel Carlos Castillo, convirtió partes de la zona arqueológica en un relleno sanitario, lo cual fue sancionado por el Ministerio de Cultura.