La clave para resolver el caso fue una foto enviada por la víctima antes de morir.
El saxofonista José Luis Rodríguez Romero (33) fue brutalmente asesinado tras salir con un joven que conoció por TikTok. La noche del 21 de mayo, luego de compartir una cena y bebidas, desapareció sin dejar rastro. Lo último que se supo fue que se dirigía a la vivienda de Jean Francisco Soplapuco Chuque, un barman de 21 años que vivía en el cerro El Peñón, en San Juan de Lurigancho. Días después, su familia recibió una llamada pidiendo diez mil soles a cambio de su supuesta liberación, lo que encendió las alertas de una posible extorsión.
Las pesquisas policiales se aceleraron con una imagen clave: una foto enviada por WhatsApp desde el celular de José Luis, donde aparecía tomando whisky en la casa de Soplapuco. Al ser interrogado, el joven negó saber su paradero y aseguro que el músico se había retirado en taxi, pero sus contradicciones y un fuerte olor proveniente del fondo de su vivienda generaron sospechas. Finalmente, detrás de un muro de contención, la Policía halló el cuerpo cercenado del músico, enterrado en costales y en avanzado estado de descomposición.
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Durante un segundo interrogatorio, Soplapuco confesó el crimen. Dijo haberlo asfixiado tras sentirse incómodo por su comportamiento. Usó su dedo pulgar para desbloquear el celular de la víctima y revisar sus cuentas. A pesar de alegar que no encontró dinero, se comprobó una transferencia posterior de 630 soles. El músico, según su hermana, había recibido más de cuatro mil soles ese día para comprarse un instrumento. Soplapuco pasó la noche con el cadáver en casa y al día siguiente, con ayuda de un amigo, lo ocultó en una zona cercana. Ambos están siendo investigados por homicidio calificado.
José Luis era parte de la banda de Serenazgo de Chosica, querido en su comunidad y voluntario en su iglesia. Su muerte ha causado gran conmoción. Su hermana Luz fue clave en la investigación, enfrentando directamente al asesino y presionándolo hasta obtener la verdad. “Nos han arrancado un pedazo del alma”, dijo su madre entre lágrimas, exigiendo justicia para quien fuera un hombre noble, apacionado por la música y víctima de una traición mortal.
Las autoridades han solicitado prisión preventiva para Soplapuco, quien tenía antecedentes por robo agravado. La investigación continúa, pues no se descarta la participación de más personas. Este crimen ha revelado una vez más la vulnerabilidad de quienes confían en desconocidos a través de redes sociales, en un país que sigue enfrentando actos de crueldad extrema.