Si hay alguien que conoce bien el Banco Central, es Felipe Jaque.
El economista de la Universidad de Chile, con una maestría en Economía y Finanzas de la Universidad de Warwick en el Reino Unido, fue jefe del Grupo de Coyuntura y Proyecciones Internacionales en el instituto emisor, por lo que tiene experiencia de sobra en lo que implica el Informe de Política Monetaria (IPoM), cuya versión para el mes de junio publicó este miércoles el instituto emisor.
El hoy economista jefe del Grupo Security se muestra alineado con el panorama que trae el reporte, señalando -eso sí- que la principal fuerte de incertidumbre proviene del escenario externo y de cómo el aumento en las tensiones geopolíticas en Medio Oriente podrían terminar impactando en el mundo y, en particular, en Chile.
– ¿Qué rescataría de los mensaje del IPoM?
– Antes teníamos un shock más o menos relevante, que lo fijamos en torno al Liberation Day, que había ido decantando en un shock un poquito más moderado con una especie de balance de fuerzas entre Estados Unidos y China, que pareció estar más equilibrado de lo que era en un principio.
Ahora, aparece este nuevo shock de temas geopolíticos y conflicto en Medio Oriente, que agrega una incertidumbre que va en el sentido contrario. Lo que hemos visto en episodios anteriores de tensiones geopolíticas es que, finalmente, si hay una búsqueda de refugio de los mercados, probablemente es más favorable para el dólar y para algunos activos de esa clase. En ese sentido, probablemente el shock por la guerra comercial venía decantando en algo menos nocivo para la región y este nuevo episodio de tensión geopolítica nos devuelve algunos pasos atrás.
– ¿Cuán atrás nos devuelve?
– El termómetro que hay que estar mirando es lo que había ocurrido desde el Liberation Day hasta hoy día, en que el mundo le estaba cobrando una prima por riesgo más alta a Estados Unidos y eso se notaba en la depreciación del dólar. Se notaba en las primas por plazo que hay en las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos y se notaba en el ajuste en valorizaciones de su propia bolsa. No obstante, todo eso se había recuperado.
Este efecto va en ese sentido contrario: probablemente podríamos ver un dólar algo más fortalecido si escala el conflicto. Podríamos tener alguna búsqueda de refugio adicional en las tasas de largo plazo que no se había estado viendo.
Lo que sí probablemente vamos a tener es un golpe a los mercados de mayor riesgo, las bolsas y otros que probablemente vayan en el sentido directo de lo que estamos viendo.
– ¿Lo que ocurre en Medio Oriente aplica un sesgo más bien bajista a las proyecciones del Banco Central para este año?
– El ajuste al alza de 2025 tiene que ver con esta idea de que el shock de aranceles estaba decantando en un escenario más favorable para emergentes como Chile.
Ahora, lo que llama la atención es que efectivamente siguen siendo bastante cautos en las proyecciones de crecimiento más de largo plazo. Hay toda una mención a cómo se ve el pipeline de grandes proyectos de inversión, sobre todo en energía, minería y algunos otros sectores, pero que de todas maneras dependen de otros factores. Todo este envión de inversión que estaría en la tubería no necesariamente están asumiendo que se materializa hacia el 2026-2027. Si se destraban los temas de permisos, ahí hay un plus, no solo en términos de mejores registros para el 2026 y 2027, sino que podría pensar que movería la aguja en términos del PIB potencial.
– ¿Coincide con las proyecciones de PIB del Banco Central para este año y los próximos dos?
– Sí, en el último tiempo habíamos ajustado a un PIB de 2,3% para este año y estamos más cerca del 2,5% para el mediano plazo. Estamos bastante en línea con lo que muestra el informe. Es una pequeña diferencia y eso es notable.
– ¿Cuántas rebajas de tasa espera para este año?
– Cuando uno mira la dinámica del nuevo corredor de política monetaria, dada esta nueva calibración con una economía un poco más rápida, pero con alguna ayuda externa para tener una inflación que sigue convergiendo, uno ve un corredor un poco más dovish que en el IPoM anterior. Se suaviza de alguna forma la trayectoria de tasas. Creo que se pueden adelantar los recortes y puede que el banco nos sorprenda y recorte la tasa tan temprano como en la reunión de fines de julio.
Nosotros tenemos dos recortes hasta llegar al 4,5% este año. Y después, una vez despejadas las dudas del escenario externo, tenemos otro recorte más. Eso sí, nos quedamos en la parte alta de la tasa neutral, en 4,25%, un poco más cautos de lo que es el Banco Central. Al final del día, hay bastante consenso en que hay espacio para bajar la tasa, por lo menos llegar al 4,25%.
Yo creo que lo más notable, y así lo confirma el mercado, es que desaparecen estos escenarios donde incluso podía haber alzas de tasas. Esos escenarios creo que ya están más descartados.
– El escenario del IPoM no incorpora en las proyecciones el conflicto entre Irán e Israel. ¿No queda desactualizado este informe?
– Depende del shock. ¿Qué pasa cuando la economía recibe un shock de precios del petróleo o hay algo de incertidumbre mundial? Entonces hay búsqueda de refugio, pero todo depende del tamaño del shock.
Por ejemplo, si uno mira lo que le ha pasado con los precios del petróleo hasta el minuto, han aumentado pero son aumentos relativamente moderados en comparación a un escenario de mayor estrés, como tener el petróleo sobre los US$ 100, US$ 120 el barril. Y eso típicamente tiene que ver con el conflicto mismo y con los embargos que van generando las distintas medidas.
Al final, vamos a hacernos la misma pregunta que muchas veces se hacen: si esto es un shock de oferta, donde el mundo crece más lento pero el mundo es más inflacionario. Y cómo responde la política monetaria a esto. En el caso de Chile, al final depende mucho del tipo de cambio y depende bastante de los efectos de segunda vuelta que tiene esto en el resto de los precios.
Históricamente, lo que pasaba era que en conflictos similares hace varias décadas atrás, finalmente esto terminaba siendo bastante inflacionario y las tasas de política monetaria terminan reaccionando. Y lo que uno acumula de nueva información en las últimas décadas es que efectivamente el mundo es menos sensible a estos shocks de petróleo en términos de crecimiento. Pero está por verse si es que finalmente los bancos centrales van a reaccionar con tanta agresividad en recortes de tasas.