Delincuente burló controles migratorios y habría sido recibido por su organización criminal en Tacna
Un escandaloso error administrativo en el sistema penitenciario de Chile permitió la liberación del sicario Alberto Carlos Mejía Hernández, de 18 años, integrante de la organización criminal Tren de Aragua, quien cruzó ilegalmente al Perú tras escapar de un penal en Santiago. La información fue revelada por la periodista chilena Marcela Rojas, quien detalló el trayecto que siguió el delincuente para burlar los controles migratorios hast llegar a Tacna.
Mejía Hernández, quien estaba recluido en el penal “Santiago 1” bajo una identidad falsa —Osmar Ferrer Ramírez—, fue excarcelado el pasado 11 de julio, pese a una orden judicial que disponía su permanencia en prisión preventiva. La excarcelación ocurrió tras una confusión entre dos oficios judiciales contradictorios y a pesar de una advertencia enviad por correo electrónico a Gendarmería de Chile para evitar su liberación.
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Tras salir caminando por la puerta principal del penal, el joven sicario emprendió un viaje de 20 horas en taxi hasta Iquique, por el que pagó más de 2 millones y medio de pesos chilenos, aproximadamente 9,300 soles. Luego se trasladó a Arica y, junto a tres personas, cruzó por un paso no habilitado en la frontera con Perú, eludiendo los controles del puesto de Chacalluta.
La periodista Rojas indicó que Mejía no habría actuado solo. En Tacna, fue presuntamente recibido por integrantes del Tren de Aragua, lo que apunta a una operación organizada para su huida. Además, sostuvo que Perú podría no ser su destino final, ya que miembros de esta red suelen dirigirse hacia países como Colombia, Costa Rica o incluso Venezuela, donde enfrentan menos posibilidades de extradición.
El caso ha generado alarma en la región. La Corte Suprema de Chile ordenó una revisión urgente de los protocolos penitenciarios, mientras que el Ministerio Público ha conformado un equipo especial para rastrear al prófugo. La liberación del sicario, que además estaría vinculado a asesinatos en Chile, ha puesto en evidencia serias fallas en el manejo de reclusos de alta peligrosidad.