Denuncian condiciones precarias, jornadas extenuantes y bajos sueldos. Exigen incrementos salariales y mejores condiciones de trabajo
El Sindicato Único de Trabajadores de Ajinomoto del Perú cumple hoy 20 días de huelga indefinida. Exigen un aumento salarial justo, la mejora de las condiciones de trabajo y la reposición de su secretaria general despedida arbitrariamente tras el anuncio de la huelga.
Los trabajadores denucian condiciones precarias, jornadas extenuantes y bajos sueldos en su planta de producción en Perú, lo que afecta su salud física y mental.
El paro visibiliza la tensión entre una transnacional que reporta millonarias ganancias y una clase trabajadora que exige lo mínimo: respeto y justicia.
Este año, la planta de producción de Ajinomoto en Perú se convirtió en escenario de protesta. Trabajadores y trabajadoras decidieron levantar la voz ante una situación que lleva años sin resolverse. La huelga busca denunciar jornadas extenuantes, falta de condiciones adecuadas en el trabajo, sueldos que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas y un ambiente laboral que vulnera derechos fundamentales.
Según los manifestantes, la empresa no ha atendido sus demandas de incremento salarial ni ha respetado acuerdos previos en materia de salud ocupacional. “Estamos cansados de que nos traten como si fuéramos descartables. Ajinomoto gana millones y nosotros apenas sobrevivimos”, declaró uno de los trabajadores en medio de la protesta.
Ajinomoto, reconocida mundialmente por la producción de sazonadores y alimentos procesados, mantiene una imagen corporativa asociada a la innovación y el sabor. Sin embargo, detrás de esa fachada, el personal de planta denuncia sobrecarga laboral y presiones constantes por cumplir metas de producción cada vez más altas, sin aumentos proporcionales en sus ingresos.
Las condiciones dentro de la fábrica, según el sindicato, afectan directamente la salud física y emocional de quienes sostienen la cadena productiva. Reclaman también la falta de espacios de diálogo con la gerencia y el uso de estrategias para debilitar la organización sindical. Los trabajadores aseguran que llevan años pidiendo ser escuchados.