A medida que las temperaturas de verano tienden a volverse cada vez más calurosas para las carreras, mantenerse fresco puede marcar la diferencia en tu competencia. La empresa canadiense Endurance Innovation ha diseñado una botella de agua que pone tus antebrazos en contacto con hielo mientras montas en bicicleta. El contacto con un agente refrigerante puede ayudar a mantener la temperatura central baja, disminuir la percepción de esfuerzo y mejorar tu rendimiento.
La Botella Cool se coloca entre tus manillares aerodinámicos al engancharse a tus reposabrazos debajo del cojín. Para aprovechar la ventaja de la termodinámica, la botella se llena de agua y se congela antes de usarla. Cuando se coloca en la bicicleta, tus antebrazos se apoyan contra la botella congelada, enfriando una superficie significativa de tu piel. El hielo derretido puede ayudar a prolongar el tiempo hasta que tu temperatura corporal central aumente, reduciendo el nivel general al que se eleva tu temperatura durante la etapa de ciclismo.
La transferencia de energía disminuye la temperatura central
El equipo de Endurance Innovation empleó la ciencia de vanguardia y los principios de la termodinámica para llegar a un diseño práctico que es fácil de instalar y de usar. El agua congelada almacena energía, que luego se libera para ayudar a enfriar el cuerpo más que beber agua con hielo, afirma el análisis basado en la ciencia de la empresa. Además de la transferencia de energía, el agua a tu disposición, convenientemente situada entre tus manillares aerodinámicos, está helada, potenciando aún más sus efectos de enfriamiento.
Cuando el cuerpo ya no necesita enviar su suministro de sangre a la piel para enfriarse, puede seguir entregando la sangre que transporta oxígeno a los músculos en trabajo. Esto no solo afecta la percepción de esfuerzo, sino que mejora el rendimiento muscular. Como se describe en el sitio web del producto, los diseñadores explican cómo funciona esta transferencia de energía.
“El sistema circulatorio natural recicla el calor desde el núcleo de nuestros cuerpos hacia la superficie, aprovechando áreas altamente vascularizadas con nuestro flujo sanguíneo natural para transferir el exceso de calor metabólico al entorno.
“Cuando hace calor o humedad, nuestro cuerpo no puede hacer esto lo suficientemente rápido, y comenzamos a sudar. Cuando el sudor no se evapora lo suficientemente rápido y nuestros cuerpos siguen acumulando calor, o bien nos detenemos (mal) o nos sobrecalentamos (muy mal)”.
La empresa afirma que la energía dentro del hielo es aproximadamente cinco veces más enfriadora que el agua con hielo, y funciona para extraer el exceso de calor de tu cuerpo. Mantener tu sangre enfriada mientras circula por tu cuerpo y regresa a tu núcleo le permite absorber más calor de forma cíclica.
Poniéndolo a prueba
Una prueba de contrarreloj centrada en el atleta de 45 minutos en el calor reveló que, en promedio, la frecuencia cardíaca de un ciclista se redujo hasta siete latidos por minuto y una reducción en la temperatura central del cuerpo de medio grado Celsius.
Para probar la veracidad de estas afirmaciones por mí misma, coloqué una Botella Cool en mi bicicleta de triatlón, llena de agua congelada, y deslicé la manga de neopreno que viene con ella sobre el bloque de hielo para reducir la tasa de fusión.
La botella en sí fue fácil de instalar, en particular porque hay una serie de videos cortos con instrucciones paso a paso en el sitio web de la empresa. Con cinco pies y tres pulgadas, uso el cuadro de bicicleta de triatlón Cervelo más pequeño. Mis manillares aerodinámicos están instalados bastante cerca uno del otro, pero dado el amplio rango de agujeros con los que puedes elegir instalar el soporte de la botella de agua debajo de las almohadillas de tu reposabrazos, no tuve problemas para colocarlo.
La posición de la botella también es ajustable en altura y distancia del ciclista, por lo que descubrí que podía maniobrar la botella de tal manera que mi alcance fuera cómodo al posicionar mis brazos y al beber.
Hay algo de prueba y error involucrado en llenar la botella con la cantidad correcta de agua antes de congelarla para asegurarse de que no esté demasiado llena. La cubierta de neopreno que se desliza sobre la botella prolongó el tiempo de fusión, ya que probé la botella congelada sin la cubierta el mismo día en temperaturas similares y descubrí que sin la cubierta el hielo se derretía más rápido.
Ajustando la posición y la efectividad
La frescura del agua congelada se aplicó correctamente, desde un punto de vista posicional, en mis antebrazos. Dado mi ubicación, las temperaturas aún no han alcanzado su máximo calor, por lo que no pude poner el sistema a una prueba más robusta en condiciones más duras. No probé en el día de la carrera, ya que no tuve la oportunidad. Sin embargo, puedo ver un beneficio en ciertos circuitos conocidos por su calor extremo.
Mi única preocupación es mantener la botella congelada en la transición hasta que sea hora de montar. Una mini nevera podría funcionar, llevada a la T1 en la mañana de la carrera. Si el circuito tuviera la reputación de comenzar fresco y no calentarse hasta la tarde, este problema se mitigaría dada la hora de inicio temprana en la mayoría de las carreras y el tiempo promedio para las carreras más largas estando en el rango de una a una hora y media. Es posible que el hielo no se derrita significativamente en ese tiempo y que se logre un beneficio de enfriamiento incluso si no es el máximo.
Usar la botella solo en el entrenamiento podría ayudar a un atleta a entrenar más duro, produciendo así un mejor resultado el día de la carrera incluso sin la botella. Idealmente, la botella se usaría con otras estrategias de enfriamiento para extender la cantidad de tiempo que se trabaja en mantener la temperatura central del cuerpo baja.
La Botella Cool podría ser una herramienta integral utilizada como parte de una estrategia de enfriamiento más amplia, en la que un atleta también podría usar hielo en el circuito de bicicleta y carrera y seguir su plan de hidratación en consecuencia.