Correr un ultra que se adentra en—o directamente a través—de la noche es una bestia completamente diferente. Ya no se trata solo de distancia. Se trata de preparar tu cuerpo, tu cerebro e incluso tus ojos para lo que sucede cuando llevas horas, con la lámpara frontal encendida y tu cuerpo suplicando por una almohada. Aquí te explicamos cómo prepararte para seguir avanzando cuando todo lo que puedes pensar es en dormir Zzzzs.
Por qué es importante entrenar de noche
Si nunca has corrido a las 3 a.m., te espera una sorpresa. La oscuridad afecta tu percepción de profundidad, tu juicio del ritmo y tu capacidad para mantenerte despierto, especialmente si la carrera llega después de un día completo de pie. Practicar esto puede ayudarte a mantenerte mentalmente agudo y físicamente seguro cuando los monstruos del sueño se acercan.
Correr de noche no es solo acostumbrarse a una lámpara frontal. También requiere enseñar a tu cuerpo cómo moverse cuando está bajo de energía y tu cerebro está listo para apagarse. Un poco de exposición a esto en el entrenamiento puede marcar una gran diferencia en el día de la carrera.
Cómo entrenar de forma segura en la oscuridad
Es importante registrar al menos algunas carreras por la noche, pero no necesitas hacer tus sesiones más largas en la completa oscuridad. En cambio, intenta añadir carreras cortas nocturnas cuando ya estés un poco cansado. Comienza en un lugar seguro: caminos iluminados, en bucles de vecindario tranquilos (y seguros)—y apúntate a carreras en grupo si es posible, o al menos con otra persona. Siempre avísale a alguien dónde estás, y mantente visible con ropa reflectante, preferiblemente corriendo hacia cualquier tráfico.
Si estás entrenando para un ultra de montaña, practicar secciones técnicas cortas con una lámpara frontal es inteligente—pero no empieces con los senderos más difíciles. Ve aumentando a medida que tu confianza crece.
¿Qué pasa si correr de noche no es una opción?
Si no puedes correr de noche a menudo—o de forma segura—hay otras maneras de imitar el estrés. Correr temprano en la mañana después de un sueño deliberadamente acortado puede ayudar. También lo pueden hacer las carreras largas consecutivas donde empujas a través de la fatiga.
Algunos corredores utilizan sesiones en la caminadora durante sus horas habituales de sueño para entrenar a sus cerebros a mantenerse enfocados. No es exactamente lo mismo, pero es una manera de bajo riesgo de practicar estar activo cuando normalmente estás horizontal.
La conclusión
Correr a través de la noche es un desafío físico y mental como ningún otro. No necesitas reestructurar todo tu plan de entrenamiento, pero tener una idea de cómo se siente te ayudará a afrontarlo el día de la carrera. Ya sea que entrenes afuera bajo las estrellas o en una caminadora cuando el mundo está dormido, un poco de práctica nocturna puede ser muy útil.